A mediados de los noventa las editoriales roleras, por efecto directo del huracán Magic: The Gathering, empezaron a editar juegos de cartas coleccionables. Cuando la burbuja estalló, el sector rolero encontró otro atractivo: los juegos de batallas con miniaturas. Y un poco después, esta estrategia de diversificación (buscada o no) les llevó a publicar novelas.
Es verdad que los juegos de rol y la literatura siempre han estado relacionados, y no son pocos los que están basados en obras literarias, directa o indirectamente (El Señor de los Anillos, La Llamada de Cthulhu, Stormbringer o Pendragón son solo algunos ejemplos).
Sin embargo, y a pesar de esta relación, las editoriales roleras españolas nunca se habían aventurado a publicar novelas hasta este momento.