Hace años cuando apareció IMSERSO to the limit me llamó la atención desde el primer momento la ambientación. Los personajes son jubilados que hacen viajes del IMSERSO y en esos viajes pues les pasan cosas... cómo diría, unas más normales y mundanas que otras. Me gustan las ambientaciones costumbristas, de pueblo (será porque lo soy) y esta encajaba en ello, a priori. Así que fui consumidor desde el inicio, de hecho participé en el mecenazgo en su momento.
Luego, jugando y leyendo las aventuras, te dabas cuenta que iban de abuelos, sí, pero que pasaban cosas de todo tipo, escenas en un hotel de Benidorm, pero también acción en selvas desconocidas, huidas de hordas zombis, caníbales satánicos… Y decías... vaya, ¿pero qué clase de brujería es esta? Este juego sirve para todo.