En 1989 muchos de nosotros no conocíamos todavía El Señor de los Anillos ni los juegos de rol. Es por eso que uno de nuestros primeros contactos con eso que se suele llamar "fantasía heroica" o "espada y brujería" fue con una máquina recreativa muy distinta a lo que habíamos visto hasta ese momento. Por supuesto, estamos hablando del clásico Golden Axe.