TSR llegó tarde a la moda de los "juegos de cartas coleccionables" iniciada con Magic. En un movimiento desesperado, publicó Dragon Dice (1995), un juego nuevo que intentaba crear un nuevo tipo de juegos: los "juegos de dados coleccionables".
Por su parte, ICE (El Señor de los Anillos) tampoco quiso quedarse atrás y, junto con Hobbygames, sacó su propio juego de dados coleccionables: Dicemaster (1996). La licenciataria de ICE en España era JOC Internacional, por lo que esta también apostó por el juego de dados coleccionables. Sin embargo, no intervino como editora, sino como importadora. Así, las cajas están en inglés. Lo que sí hizo JOC es incluir unas instrucciones en castellano (por cierto, el traductor es Óscar Estefanía), cosa que ya había hecho más de una vez en sus orígenes con distintos wargames.
La serie Dicemaster contaba con la caja básica Cities of Doom, la ampliación Wilds of Doom (también en caja) y los Doom Cubes, blísteres con 8 dados.
La caja básica (Cities of Doom) traía 32 dados, seis runas (necesarios para ganar la partida), las instrucciones en castellano y un desplegable (en inglés) donde se muestran todos los tipos de dados.
Como pasaba en Magic, donde cada jugador tenía su propio mazo, en Dicemaster cada jugador necesita su propia caja de Cities of Doom.
En el juego adoptas el papel de un personaje (un enano, un elfo...) que está realizando una búsqueda en la tierra de la Perdición. A medida que viajas de un lugar a otro entras en combate y descubres tesoros. El objetivo es ser el primero en conseguir las seis runas.
Todos los dados son de seis caras menos uno, que además es el más grande, y es de 8 caras.
El resto de dados se clasifican por su color (los dados de acción son blancos, los de ruta de aventura verdes...) y su tamaño (hay de 16, 18 y 22 mm.).
Hay de muy distintos tipos: de Personaje (donde aparecen caras de Enano, Elfo o Humano), de Armas (Espada, Hacha o Arco), de Lugares, de Parajes (pantanos, llanuras, bosques y montañas), de Monstruo, de Magia, de Combate...
En cuanto a su éxito, tanto uno como otro (el de TSR y este de ICE) pasaron muy desapercibidos.
Yo este lo conseguí hace unos años porque me lo regaló Moisés Sanz (¡mil gracias, amigo!), pero nunca he jugado. Sin embargo, sí me gustaría conocer vuestra opinión. ¿Llegó a jugarlo alguien?
¡Anda, yo tengo uno de esos dados! Nunca supe como llegó a mi caja ni de qué juego era. Ahora ya lo sé.
ResponderEliminarNo había oído hablar de ellos para nada. De los de Dragon Dice sí hoy hablar en su momento, pero ya por aquel entonces no me pareció muy buena idea. No sé si realmente llegó a haber gente que jugara mucho a ese tipo de juegos.
ResponderEliminarYo cuando oí hablar de ellos me parecieron una tontería y parece ser que no vendieron mucho.
EliminarYo jugué a "un juego de muchos dados" allá por 2013 que creo que era el Hero Dice o algo así. Te ibas construyendo una reserva de dados para enfrentarte a tus oponentes pero ni me hizo demasiado tilín ni sé si tiene algo que ver con estos.
ResponderEliminarYo creo que ese es otro, pero parece claro que se inspira en estos porque estos también tenían reserva de dados y lo de coleccionables era como en Magic, que te comprabas más y seleccionabas previamente los que tú preferías para el enfrentamiento.
EliminarSi recuerdo bien este juego se presentó, o se empezó a vender, en las Gen Con que se hicieron en Barcelona en el Mercado del Borne (que todos empezamos a llamar las Gente Congelada, del frío que hacía, porque ese recinto tenía techo pero no estaba completamente cerrado). A mí me atraía mucho... pero era muy caro (creo recordar que unas 4.000 pesetas) y además tenías que convencer a alguien más para que también se lo comprara y poder jugar. Total, que ahí se quedó...
ResponderEliminarUf, 4.000 pesetas sí era caro.
EliminarHay que pensar que por esa época un mazo de cualquier juego de cartas costaba unas 1.300 pesetas y juegos de rol como El Señor de los Anillos o La Llamada de Cthulhu 2.995, con todo el juego que dan.
Bueno, y Aquelarre solo 2.200 ptas.