martes, 15 de febrero de 2022

Juan Luis Martínez: de Héroe a Excalibur

Juan Luis Martínez lleva en el hobby casi cuarenta años. En todo este tiempo ha hecho de todo. Es miembro fundador de uno de los primeros clubes de Madrid (Héroe), participó en la organización de las primeras jornadas de Madrid (ENJUSIM) y en la elaboración de su fanzine (El Caldero Mágico). Otra faceta importante, y que lo hace conocedor de los entresijos del sector, es la de minorista, con su tienda Excalibur. También llegó a ser editor (Príncipes de Florencia) y colaborador en revistas como Dosdediez o Alea. Actualmente lo encontramos como divulgador con su excelente canal de YouTube Julius Fairfax
 

- Juan Luis, muchas gracias por aceptar la entrevista. Es un placer tenerte en Rol de los 90.

El placer es mío, gracias por pensar que yo puedo aportar algo a la estupenda labor que haces en tu blog.

 

-¿Cuándo y cómo entraste en el mundillo de los llamados juegos “de simulación”?

Mi afición comenzó con la afición a la historia militar, lo que al principio me llamó la atención fue la historia del Graff Spee, y desde ahí ahondé en la historia militar, primero a través de fascículos que compraba en el quiosco, y luego vi en una juguetería que había juegos de temática militar, los juegos de NAC, y me compré el primero, El día mas largo, el desembarco de Normandía, y desde ahí han pasado ya más de 40 años y sigo.

 

Varios números del fanzine El Caldero Mágico, cuyos artículos fueron alabados por las revistas de la época.

 

- Fuiste uno de los fundadores del mítico club Héroe de Madrid. ¿Cómo y cuándo fue eso?

Pues debía ser el año 1984. Uno de mis amigos con los que yo jugaba a rol y a wargames vio un anuncio de gente de Madrid que quería juntarse y formar un club, creo que debió ser en la revista Líder. La primera reunión fue en el colegio mayor Chaminade, y luego en el Café Lion, muy cercano a la puerta de Alcalá. De esas reuniones de gente que no se conocía nació el Club Héroe.

 

Nuevo logo del club Héroe (1991).

- Muchos clubes de esta época nacen como clubes de simulación histórica, con figuras y wargames, y los juegos de rol llegan después. ¿Cómo fue en el club Héroe? ¿Recuerdas esos primeros juegos de rol y cómo se introdujeron?

Entre la gente que creó el club ya había unos cuantos que ya jugábamos a rol. Por ejemplo, yo jugaba a Powers & Perils, un juego de Avalon Hill, muy complejo, lleno de tablas y fórmulas, pero nos gustaba, tampoco conocíamos muchos otros. Había gente que eran algo más mayores que yo y jugaban a Runequest, y con ellos me metí en el Rune al que jugué semanalmente durante muchos, muchos años.

 


- En 1990 el club Héroe organiza las primeras jornadas de juegos de rol de Madrid, los llamados “Primeros Encuentros de Juegos de Simulación de Madrid” o ENJUSIM. ¿Qué recuerdas de estas y otras jornadas de la época que organizasteis?

Recuerdo que en otras ciudades, en especial en Barcelona, organizaban jornadas de juegos y pensamos que por qué en Madrid no se iba a poder hacer algo, así que nos pusimos manos a la obra. Éramos bastante ingenuos y enseguida tropezamos con la burocracia del ayuntamiento, que no entendían qué era eso que queríamos hacer. Fue complicado, pero finalmente conseguimos que nos dejaran usar el Centro Cultural Nicolás Salmerón, en la calle Mantuano, en Prosperidad, y ahí celebramos las primeras ENJUSIM (ENcuentros de JUegos de SIMulación).

 


- En su momento, la revista Alea se preguntaba por qué en Madrid se había tardado tanto en celebrar unas jornadas de este tipo y se preguntaba si acaso se debía a la “falta de coordinación entre los diferentes grupos de aficionados e instituciones”. ¿Qué dificultades recuerdas a la hora de organizar estas y otras jornadas?

En el ayuntamiento no entendían qué eran los juegos de rol y en cuanto a los wargames les sonaba fatal: les sonaba militarista y violento, así que evitábamos llamarlos juegos de guerra y los llamábamos juegos de simulación. Tratamos de convencer a tiendas para que nos apoyaran, pero el ayuntamiento no permitía vender en sus locales, con lo que era complicado. Al final algunas (Alfil, Arte 9) pusieron un pequeño stand (una mesa) con publicidad y poco más.

 

El programa de las ENJUSIM.

- En 1992, si no estoy equivocado, fundas la tienda especializada Excalibur, en la calle Príncipe Vergara. Permíteme felicitarte en primer lugar por el nombre y logo de Excalibur, uno de mis preferidos. En fin, ¿qué te hace dar ese paso?

Yo estudiaba Empresariales por la UNED e Informática en la Universidad, pero en 1991 me tuve que ir a realizar el servicio militar, ya no podía pedir más prórrogas por estudios, así que cuando acabé la mili en 1992 estaba bastante colgado del tema estudios y no sabía si acabarlos o qué. Mi familia han sido comerciantes toda la vida, con tiendas en Madrid y en Bilbao, con lo que trabajar en una tienda era una opción que siempre había estado presente en mi vida (yo ya había ayudado a mis padres y abuelos en sus tiendas). Al volver de la mili mi abuela me ofreció la oportunidad de alquilarme parte de un local que usaban como almacén, y no me lo pensé dos veces.

 


- ¿Cómo definirías Excalibur? Tengo entendido que había mesas para jugar y que, en no pocas ocasiones, después de cerrar se seguía jugando hasta altas horas de la madrugada.

Excalibur era una tienda pequeña, unos 20 metros cuadrados (era la parte exterior del almacén), y tan solo había sitio para una pequeña mesa, pero yo tenía claro que en una tienda de juegos se tenía que poder jugar. Con el tiempo se formó un grupo de chavales asiduos a la tienda, que no solo venían a comprar, también a jugar; y sí, cerraba la tienda y nos quedábamos jugando hasta las mil. Unos cuantos de esos chavales que tenían 15 o 16 años entonces (yo tenía 25) ahora son buenos amigos míos.

 


- Excalibur también fue una tienda asociada al “grupode tiendas JOC Internacional”. ¿Qué ventajas tenía esta alianza para la editorial catalana y para las tiendas?

En 1992 Joc internacional era prácticamente el único distribuidor español, no solo de sus juegos de rol, sino de juegos americanos de importación (Avalon Hill, Victory Games), con lo que era mi principal proveedor. Joc me ofreció unirme a su grupo de tiendas, a cambio del compromiso de comprarle un cierto volumen de mercancía anualmente. Joc ofreciá un descuento extra y publicidad conjunta en la revista Líder. La decisión fue fácil, yo ya compraba a Joc ese volumen anual, así que era obtener un descuento extra y publicidad de manera gratuita. Pero el mayor beneficio para mí fue uno inesperado, el poder entrar en contacto con otras tiendas en otras ciudades de España; poder hablar con sus propietarios me ayudó a hacerme una idea de cómo era el mercado, y ver qué cosas funcionaban o no en otras partes.

 

- Hablemos de ventas. En todos los años que tuviste Excalibur, ¿qué tipo de juegos dirías que fueron los más vendidos? ¿Juegos de rol? ¿Wargames? ¿El hobby Games Workshop? ¿Magic? ¿Juegos de mesa?

Al principio lo que más se vendía eran los juegos de rol, las figuras de fantasía de Ral Partha y las figuras de Mithril de El Señor de los Anillos, pero poco a poco comencé a vender más wargames y juegos de mesa. Siempre me resistí a tener mucho Games Workshop; solo tenía las cajas basicas, era demasiado exigente en dinero y espacio en la tienda y yo no tenía mucho de ninguno de los dos.

 

- Centrándonos en los juegos de rol y sus ventas, ¿percibiste un relevo en las ventas de juegos como AD&D o El Señor de los Anillos tras la salida de Vampiro en 1994?

No tengo esa percepción, la verdad. Vampiro irrumpió con fuerza y se vendía muy bien, pero a jugadores ya avezados; AD&D y sobretodo El Señor de los Anillos se vendían a jugadores que comenzaban.

 

- ¿Qué puedes decirnos del efecto Magic: The Gathering? Siempre se ha dicho que las ventas eclipsaron (y bastante) a las de los juegos de rol.

Magic fue todo un impacto, y sí, muchos jugadores de rol se engancharon a Magic. Las ventas del rol bajaron entre los jugadores más antiguos, no en los nuevos. Pero para las tiendas fue todo un empujón, el volumen de dinero en caja se incrementó, en especial en las tiendas que dieron a Magic mucho espacio, que no fue mi caso. Yo tenía Magic, lo vendía muy bien, y lo jugaba mucho, pero no quise permitir que eso opacara mis secciones de juegos de mesa y de rol.

 

- Tras el crimen de Madrid en 1994, ¿notaste una gran bajada de ventas en juegos de rol?

El mal llamado “crimen del rol” afectó a esos compradores nuevos que venían a la tienda, no a los ya veteranos, pero sí se notó.

 

- Hablemos ahora de los wargames. Llevas jugando casi cuarenta años; supongo que en todo ese tiempo habrás percibido distintos momentos en la afición y en el sector. ¿Te atreverías a marcar, aproximadamente, algunas etapas de ascenso, estancamiento o declive?

Yo siempre tuve wargames en mi tienda, desde el día primero, porque a mí me gustaban y los jugaba. Nunca fueron superventas, era un público diferente al del rol o Magic, y por eso los vaivenes que hubo en el rol o Magic no les afectaron apenas. Mis ventas fueron paulatinamente en aumento siempre, probablemente porque poco a poco los aficionados se dieron cuenta que yo tenía muchos y traía las novedades, algo no tan común en otras tiendas de Madrid.

 

- ¿En qué estado se encuentra actualmente la afición a los wargames? ¿Ves afición joven? ¿Se ven wargames en jornadas que no sean específicas?

La afición a los juegos de mesa ha crecido muchísimo y también la de los wargames, porque jugadores de euros se han ido poco a poco interesando por ellos, y porque hay wargames sencillos pensados para que esa entrada sea suave e interesante.

En jornadas no específicas de wargames se ven esos juegos sencillos de los que hablaba, y eso es una estupenda noticia.

 

Foto de Marv Eluni Ted (BGG).

- Con Príncipes de Florencia (2006) te conviertes en editor. ¿Qué puedes contarnos de esta experiencia?

Pues fue de casualidad, se iba a realizar una nueva edición del Príncipes de Florencia (yo conocía el juego y me gustaba) y los editores buscaban “partners” internacionales para abaratar la edición. Alguien debió ver mi página web, contactó conmigo y me enviaron las condiciones (que eran pocas, traducir reglas y cartas, y poner el dinero, y poco más). Por entonces la tienda funcionaba bastante bién, tenía el dinero, así que me pareció buena idea y acepté.

 

- Por las fechas en que lo publicas, ¿podríamos hablar ya de la consolidación de este tipo de juegos de mesa o temáticos tipo Catán o Carcassonne?

Yo no me atrevería a afirmar eso, aún las ventas y el mercado eran limitadas en los juegos de mesa.

 

- Hablemos ahora de tu canal. Hace cuatro años, si no me equivovo, comenzaste a grabar vídeos con reseñas de juegos. ¿Qué te impulsó a ello?

Lo cierto es que ya tenía la idea varios años antes, pero no tenía una cámara digital sino una en mini-dvd y no sabía cómo subir los vídeos a internet. Yo veía el canal de 5 Minutos por juego y me parecía interesante, pero no hablaban de wargames, que era lo que me gustaría, así que me lancé al río.

 


- Son bastantes las reseñas que tienes de wargames. Lo que hoy te quiero preguntar es qué tres wargames recomendarías para gente que quiera empezar.

Siempre recomiendo que la gente escoja un juego de un tema que le interese, es lo principal.

 

- Tú que juegas a rol, juegos de mesa y demás. ¿Qué particularidades destacarías para aquellos que, todavía, están indecisos de probar un wargame?

Lo primero perder el miedo. Los wargames no son juegos difíciles, solo tienen más reglas, pero son muy, muy divertidos. El poder desarrollar una estrategia, ver como va funcionando, corregirla cuando no lo hace, es una sensación única, muy reconfortante y satisfactoria.

 

- Juan Luis, muchas gracias de nuevo. Ha sido un placer hablar contigo de todos estos temas.

 El placer ha sido mío, muchas gracias.

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Podéis seguir a Juan Luis en su canal Julius Fairfax

3 comentarios:

  1. Buenas

    Que gratos recuerdos me trae esta entrada. Yo frecuente Excalibur a finales de los 90 y primeros de los 2000. Era un placer ir alli y aunque nunca jugue en la tienda, si que solia charlar bastante con Juan Luis si no habia mucha gente en la tienda.
    Tenia una muy buena seccion de juegos de rol, incluyendo bastante material de exportacion poco comun.
    Si no recuerdo mal, alli compre dos de los juegos que, aunque no jugue mucho, me parecieron de lo mejocirto: Castillo de Falkenstein y Albedo (este de importacion)

    Ains... que recuerdos

    Un saludo y gracias por la entrada

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    1. Gracias a ti por comentar.

      Juan Luis es un tío majísimo y lleva tanto tiempo en la afición que conoce un montón de anécdotas.

      En cuanto a Excalibur, yo no llegué a verla nunca, pero siempre estuvo en mis planes para cuando fuese a Madrid.

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  2. Yo sí he estado en Excalibur unas cuantas veces. Recuerdo haber visto allí por primera vez una caja tipo wargame en la que salía un guerrero con pinta de azteca. Durante muchos años he creído recordar que era Hordes of the Thing, pero acabo de buscar la imagen de portada de ese juego y no me suena que fuera esa. Ay, la memoria.

    Como bien se comenta en el artículo, era una tienda pequeñita pero con encanto. Y muy bien surtida. Yo en la época en la que iba era joven y callado, así que lo de hablar con el dueño nunca fue lo mío xD.

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