Por cuestiones evidentes de espacio, en el capítulo dedicado a la revista Dragón de Entre críticos y pifias solo pude mencionar que la Dragón de Zinco también llegaba a Hispanoamérica. En esta entrada, y sin las limitaciones de espacio que tiene un libro, vamos a tratar el tema con más profundidad y detalle.
Si uno repasa las cartas que los aficionados enviaban a la redacción de Zinco, podemos comprobar que hubo lectores de Uruguay, Chile y México. Como después veremos, es muy posible que nuestra Dragón también llegase a Argentina.
La mayoría de las cartas de Hispanoamérica tenían un tema común: allí la situación del rol era paupérrima. O no había juegos de rol, o había muy pocos, o solo en inglés, o carísimos. Y por supuesto, los jugadores también escaseaban. Frente a esta situación, la revista Dragón (y la impagable Guía del Juego de Rol) era un oasis, aunque llegara con mucho retraso.
La primera carta de Hispanoamérica que encontramos es de 1994, de un aficionado que escribía desde Uruguay pidiendo ayuda para formar un club de Advanced Dungeons & Dragons:
"Hola a todos, lectores de esta fabulosa revista que, como verán une al mundo RPGista! Vivo en un país primitivo de RPGs, pero un grupo de gente queremos formar un Club de AD&D. (...) Vamos, muchachos, rompamos el mundo y creemos nuevos pueblos de roles. Ayúdanos, guíanos en nuestros comienzos". Vinicio Ascone, en Dragón #13 (septiembre de 1994).
Dos meses más tarde, la revista Dragón publicaba otras dos cartas, en este caso de aficionados de Chile. Uno de ellos, Felipe Herrera, preguntaba si podía haber un tipo de suscripción específico para Chile, pues el general para América era muy caro.
A este respecto, y como podemos comprobar en este anuncio, Zinco ofrecía suscripciones a Europa (a Andorra también llegaba la revista, pues tenemos el testimonio de un aficionado al que también le publicaron una carta) y a América y África. Estas últimas suscripciones eran las más caras, pues si en España tenía un precio de 4.750 pesetas, en Hispanoamérica costaba 8.830 pesetas ("o su contravalor en dólares").
"Me inicié en el rol gracias a la imponente Guía Básica del Juego de Rol. No jugamos a nada más, ¿saben por qué? Porque aquí, en Chile, ¡NO HAY NADA DE MATERIAL ROLERO! ¡Estamos desesperados!". Felipe Herrera, en Dragón #15 (noviembre de 1994).
Como podemos observar por la siguiente carta de José Fernando Cuenca (V. Dragón #25, julio de 1996), en México la situación tampoco era nada buena:
Otra carta muy interesante es la de una aficionada chilena (Rosario Maiza, en Dragón #25), universitaria que estaba investigando sobre la presencia de los juegos de rol en las bibliotecas:
Otro tema muy diferente, pero relacionado con este, es el de los detalles de la distribución en Hispanoamérica, sobre todo porque nos puede aportar algo más de luz sobre el cierre de la revista Dragón.
La siguiente información es de Luis Vigil, director de la revista Dragón y de otras muchas revistas publicadas por Zinco. La podemos encontrar en la revista de ciencia ficción BEM, concretamente en el número 57, en la entrevista que Joan Manel Ortiz le hizo a Vigil.
Para que nos hagamos una idea, esta entrevista apareció en junio de 1997, solo unos meses después de que Zinco cancelara la revista Dragón (el último número de esta apareció en enero de ese mismo año).
En la entrevista se habla de la revista de CF que publica Zinco (SFX), una revista que también llegaba a Hispanoamérica y que, un mes después, también sería cancelada debido al bajón de las ventas de los últimos meses.
Por comparar, en esos momentos la tirada de SFX era de 20.000 ejemplares, mientras que la tirada de Dragón pudo estar en los 17.000 según nos contó Francisco José Campos.
Sobre todo, nos interesa una pregunta muy concreta ("¿Qué cifra mínima de ventas es necesaria para asegurar la continuidad de SFX?"), cuya repuesta nos aclara muchos aspectos de la distribución en Hispanoamérica:
"Entre el mercado nacional e internacional (exportamos a Sudamérica), unos 10.000 ejemplares. Como el producto no es demasiado perecedero, y tenemos muy bien montada la distribución (de hecho esta editorial es hija de una distribuidora), exportamos los excedentes no vendidos aquí a los países sudamericanos. Si la tirada actual que se está haciendo es de unos 20.000 ejemplares, en España se considera un buen resultado el conseguir colocar la mitad de la tirada. Pues lo que hacemos, pasado el ciclo de los tres meses que los tiene la distribuidora, se hace una selección eliminando los ejemplares que hayan podido quedar tarados en los puntos de venta y, a un precio mucho más reducido, se venden a aquellos países hispanohablantes que estén interesados en comprarlos: Argentina, Chile, México... De este modo, algunas veces, con unas ventas más bajas en España, se puede seguir sacando una revista porque hay buenas ventas fuera. Por ejemplo, a Fangoria, que fue la última que desapareció de la etapa anterior, la puntilla definitiva se la dio México cuando dejó de comprarla por motivos económicos, y esos 2.000 ejemplares que colocábamos allí eran la diferencia que evitaba que la revista, si no diese beneficios, al menos no provocara pérdidas". Luis Vigil, en BEM #57 (junio de 1997).
Está claro que Coedis (la distribuidora madre de Zinco) cancela la revista Dragón cuando las ventas caen y hacen que esta dé pérdidas. Lo que no sabemos es si esta caída de las ventas se debió solo al mercado español (en 1996 la situación no es nada buena), al americano o a ambos.
Si tenemos en cuenta que a principios de 1997 Zinco pierde los derechos de distribución de los cómics DC en Hispanoamérica (más detalles aquí), cabe la posibilidad de que, en esta nueva situación, a Coedis no le saliese rentable llevar únicamente revistas a estos países, perdiendo las ventas del mercado americano, a veces tan necesario para que algunas revistas no generaran pérdidas.
En fin, de lo que no cabe duda es de la gran pérdida que supuso la desaparición de la revista Dragón, no solo ya para España, sino para estos países que, como hemos visto, se convirtió en un faro ante la situación que allí vivía nuestra afición.







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