viernes, 24 de enero de 2025

¿Quién era Alí?

Hace ya un tiempo que Juan Tilmost me hizo una pregunta que no supe responder, aunque bien sabe que me gustaría conocer la respuesta. No sé, lo mismo con esta entrada podemos averiguar quién fue "Alí".

 


 

La primera vez que tuve noticia de este tal "Alí" fue a principios de los dos mil. Un día mi hermano me habló de una cosa que se llamaba eMule (2002): según él, con eso me podía descargar suplementos de JOC y Internacional y de Zinco, de esos que tanto habíamos deseado a mediados de los noventa y que ahora resultaban imposibles de conseguir. 

Estaba en lo cierto. En poco tiempo pudimos descargar no pocos suplementos de juegazos como AD&D o La Llamada de Cthulhu.

He consultado muchos de estos archivos, y la fecha de descarga es del año 2004. Por desgracia, en esa época jugábamos poco (entre otras cosas, porque yo ya estaba en la Universidad), pero tengo un buen recuerdo de ojear todos estos títulos por primera vez. 

Sabíamos de la existencia de todos gracias a los anuncios que venían en las revistas (como el caso de AD&D en la Dragón) o en los propios manuales (como pasaba con JOC), pero de la gran mayoría de ellos su conocimiento se limitaba al nombre y la ilustración de la portada...

En fin, llegar al ordenador y comprobar que se había descargado un nuevo suplemento (a veces podía tardar varios días...) era una alegría. O más bien, magia: de pronto te encontrabas ese libro que nunca viste en una tienda, en tu ordenador... 😮

Volviendo al tema que nos ocupa, muchos de estos suplementos habían sido escaneados por un tal "Alí". Lo sabemos por una pegatina que solía incluir en las páginas de créditos.

 





No sé cuántos libros llegó a escanear, pero es muy probable que tengas más de uno en tu biblioteca digital. Por citar algunos que yo tengo de AD&D: Fiesta de Goblins, el Compendio de Monstruos de la Dragonlance y el Apéndice 1, el Vol. 1 de los Clásicos de la Dragonlance, etc. 

 



Eso sí, no tengo ni idea de la identidad real de Alí. Lo que sí le estoy es agradecido.

Gracias a él pude conocer no pocos libros que, en esa época, eran imposibles de conseguir. No sé si alguien sabe el trabajo que tiene escanear un libro de 200 páginas... Pues bien, Alí lo hizo, no se ganaba ni un duro con ello y no perjudicaba a estas editoriales porque hacía años que habían desaparecido.

Solo se me ocurre una razón para llevar a cabo tanto trabajo sin ánimo de lucro: le apasionaban los juegos de rol y quiso que no se perdieran. En fin, su trabajo nos recuerda la importancia de preservar y difundir todas esas obras que corren el peligro de perderse con el paso de los años.

 


 

Como he dicho antes, yo en esta época jugaba muy poco, pero tener todos estos títulos me hizo mantener la afición: la esperanza de encontrar una pedazo de aventura para cuando pudiésemos quedar me hacía leer todos estos libros... 😉

¿Y tú? ¿Tienes algún libro escaneado por Alí? O más importante: ¿sabes algo de él?


4 comentarios:

  1. Yo tengo un montón de escaneos de Alí, ya me había fijado. Qué bueno! Estaría fenomenal que saliese del anonimato

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    1. Pues sí, a ver si a raíz de esta entrada alguien puede arrojar algo de luz sobre su identidad real.

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  2. Tengo un montón de escaneos suyos. Menudo trabajo se pegó. En su momento pensé que estaría en un club o asociación, por el volumen de material al que tuvo acceso.

    Y la paciencia de un santo, para escanear libro tras libro.

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    1. Pues sí, son muchos los libros que se molestó en escanear. Y por lo que estoy viendo en RRSS, somos muchos los que tenemos escaneos suyos.

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