viernes, 15 de agosto de 2025

Juegos de rol en la película El Corazón del Guerrero

El Corazón del Guerrero es una película española estrenada en enero del año 2000. Para mí, da una visión negativa de los juegos de rol, y eso es lo que voy a explicar en esta entrada.

 


 

Yo no vi El corazón del guerrero en cines. Dos meses antes se había estrenado Nadie conoce a nadie, otra película donde los juegos de rol no salen bien parados.

Como digo, esta última película y el resumen del argumento que dio la revista Líder ("gira en torno a un chaval aficionado a los juegos de rol que tiene dificultades para discernir entre la realidad y la fantasía") me disuadieron de ver El corazón del guerrero en cines.

Y es que pasaba de pagar y apoyar una película que repetía el tópico del jugador que, por culpa del rol, confunde la realidad. Además, la entrevista que le hicieron a su director (Daniel Monzón) en esa misma revista Líder tampoco ayudó mucho, la verdad... 

La vi tiempo después, en vídeo VHS, y porque me salió tirada de precio. En esa época en Granada había un videoclub que todavía alquilaba películas en VHS. La moda era ya el DVD, por eso este videoclub alquilaba las pelis en VHS al atractivo precio de 100 pesetas (luego a 1 €). Así, había findes que me pillaba hasta tres pelis del tirón, y con ese precio no me importaba incluir alguna película mala. 

¿Que iba con una predisposición a que no me gustase? Pues sí, para qué negarlo.

Pero, ¿de qué va El corazón del guerrero? Es importante señalar que la película quiere jugar con la ambigüedad y, de esta forma, hay dos posibles lecturas.

Por un lado, que la peli va de un guerrero (Beldar) en un mundo medieval fantástico que, tras una maldición, despierta en nuestra realidad transformado en un chaval (Ramón) aficionado a los juegos de rol. Según esta lectura, el mundo fantástico existiría de verdad y la peli iría de cómo Beldar intenta llegar de nuevo a su mundo. 

En esta lectura el cuerpo de Ramón estaría poseído por el espíritu de Beldar, aunque no todo el tiempo. 

 


 

En la otra lectura Ramón es el protagonista (y no el guerrero). Ramón es un aficionado obsesionado con los juegos de rol, hasta el punto de que llega incluso a soñar con su PJ, el guerrero Beldar. En esta lectura Ramón se llega a creer que él es su PJ y confunde la realidad con la partida que juega con sus amigos. Aquí el mundo fantástico no existe realmente, los fragmentos que vemos en la película son la partida que están jugando o son producto de la imaginación de Ramón.

En esta lectura Ramón estaría perdiendo la cabeza. 

 

El amigo de Ramón intentando que entre en razón.

 

En la entrevista el director no deja claro qué lectura es la correcta, pues si bien llega a decir que para él el mundo del que habla Ramón existe, también dice esto otro:

"El juego de rol es el acicate de la historia, el Quijote leía libros de caballerías y este chico juega a rol. Él quiere vivir más en ese mundo que en este". Daniel Monzón, en Líder #4 (febrero de 2000).

Para mí, la segunda lectura es la que tiene más sentido. Son muchas las escenas en las que se muestra que Ramón confunde la realidad, en las que sus amigos comentan que está "pirao", etc.

 


 

Sea como sea, al final de la peli asistimos a un juicio en el que Ramón sigue mezclando la fantasía y, evidentemente, lo toman por loco y termina ingresado en un hospital psiquiátrico.

 


 

Como decía al principio, para mí y para no pocos roleros la imagen que da la película de los juegos de rol es negativa, pues muestra muchos de los estereotipos que en esa época se atribuían a los juegos de rol.

 

 

"- Ramón es el típico motivao del rol, del rollo de las armas... Ramón no está loco. - ¿Es un esquizofrénico? - No, un poquito trastornao".

Para empezar, repite la idea de que los juegos de rol propician que los jugadores confundan la realidad con la fantasía. A esto hay que sumar la idea del rolero como asesino (Ramón intenta asesinar a un político).

 


 

En fin, si realmente el director sabía lo que era una partida de rol, podía haber contribuido a mostrar cómo es en realidad. Podía haber hecho que jugasen en casa tranquilos, y no en la azotea de un hotel, de noche y sin permiso (le faltó ponerlos jugando en un cementerio como se llegó a decir en la época).

 

¿Quién juega así? Más que una partida parece un rito satánico...

 

Podía haber mostrado a un DJ que actuase como un árbitro (como es en realidad), y no a uno que parece medio zumbado y que parece que va en contra de los jugadores. 

En los juegos de rol los jugadores colaboran y no compiten entre ellos, como parece que pasa en la peli con Ramón y el jugador que lleva al PJ de Ishtar.

Como digo, lo que más cabreó a los roleros es que, en el contexto de la época, donde los juegos de rol ya sufrían distintos estigmas, esta película contribuyó a dar una imagen distorsionada de los juegos de rol para el público general  😞

Como señalo en Entre críticos y pifias, en poco más de un año los golpes que sufrió la afición fueron continuos: en marzo de 1999 tenemos el capítulo de  Compañeros, en noviembre Nadie conoce a nadie, en enero El corazón del guerreroel 1 de abril el llamado “crimen de la catana”, el 21 de ese mismo mes los incidentes de la Semana Santa de Sevilla y el 26 de mayo el crimen de San Fernando :-(

 


 


Vamos, me parece de lo más normal que los roleros la viésemos como otro ataque. De hecho, en la comunidad rolera no he encontrado reseñas positivas. Podéis leer, por ejemplo, la reseña que Luis Agramar escribió en su blog El Descanso del Escriba (aquí) o la que hizo Belenger en Espadas y Dados (aquí). Ojo, no solo las reseñas, también son muy interesantes los comentarios. 

Y hablando de comentarios: ¿qué os pareció a vosotros? No me refiero a si os gusta la peli o no, sino a si creéis que mostró una visión negativa de los juegos de rol o no. 

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Si quieres volver a verla la tienes en este enlace (aquí

 

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