Hace unas semanas me dio por recordar cómo conocí los juegos de rol. Allí explicaba que mi primera toma de contacto no fue directamente con una partida, sino a través de lo que iba leyendo en distintas revistas (puedes leerlo aquí).
La entrada terminaba con la lectura de mi primer juego de rol: Aquelarre. Bueno, en realidad Aquelarre no era mío, pero sí fue el primer juego de rol que leí. Como ya dije, la cabeza me explotó.
Y es que a pesar de no tener tablero ni miniaturas, ¡los juegos de rol eran veinte veces mejores que el HeroQuest! Esta fascinación provocó que yo también quisiese un juego de rol, y de eso trata esta entrada, de la primera visita a la tienda donde vendían juegos de rol.
En realidad no era una tienda, sino una librería: Juan de Mairena, conocida popularmente como "Pipo". La madre de Manolo había encontrado allí los misteriosos juegos de rol; misteriosos por lo esquivos que nos parecían, pues no se encontraban en las tiendas de juguetes (¿no eran acaso "juegos"?).
Pipo era una Librería (sí, con mayúsculas) abarrotada de buenos libros. Le preguntamos a la dependienta si tenía juegos de rol y esta nos mostró una estantería un poco escondida. Nosotros no salíamos de nuestro asombro. Había un montón de juegos (que en realidad eran libros), pero apenas los conocíamos. Además, recuerdo con mucho detalle que estaban muy apretados y que tenías que sacar de uno en uno para ver la portada.
La verdad es que me tiré mucho rato hasta decidirme porque, como apenas conocía este nuevo hobby, tenía que pararme en todos. Uno de los primeros que me llamó la atención, por su portada, fue este:
"Reinos Olvidados: Aventuras". Tenía un pinta brutal y si no me decidí por él fue porque leí la letra pequeña y hubo algo que me desconcertó: "este colosal complemento al vademécum de campaña". ¿Complemento? ¿Esto no era entonces un juego?
Vaya, eso significaba que iba a tener que leerme todas las contraportadas para averiguar si el libro en cuestión se trataba de un juego o de un "complemento" (no, la dependienta no tenía pinta de controlar el tema).
Sin embargo, pronto descubrí que no iba a ser así, pues algunos libros fueron descartados ya por su portada. Uno de estos casos fue el de Apple Lane, que sin saber todavía si era juego o suplemento lo descarté por la ilustración, pues no me atraía para nada un juego de rol donde llevábamos a una especie de Pato Donald con armadura medieval...
Otro que descarté fue el Cazafantasmas, y más o menos por lo mismo. La ilustración mostraba a los personajes de la serie de animación que había visto hace unos años en la tele... ¿Jugar a rol con eso? "¡Anda ya! ¡Esto será para críos!" (en esos momentos, el menda acababa de cumplir quince años).
Aquelarre sí estaba, y me encantaba, pero claro, Manolo ya lo tenía... ¡Necesitábamos variedad! Es entonces cuando encontré el RuneQuest...
La portada decía que era un "Juego de rol de Fantasía" (¡¡bien!!) y la ilustración me encantaba (😍) pero ojo, también ponía "Avanzado" 😕.
¿Qué quería decir con "Avanzado"? ¿Sería un juego de rol muy difícil? Porque precisamente yo era un novato...
Al final decepción, porque justo debajo rezaba "Es necesario tener un RQ básico para poder utilizarlo". Y decepción doble pues, tras buscar en toda la estantería, no había ningún "RQ básico" 😭
Sin embargo, sí encontré otro libro que tenía buena pinta. Aunque el nombre era un poco raro, su portada sí era muy sugerente: de noche (y con tormenta), un hombre y una mujer tenían la intención de entrar en un misterioso castillo...
Exacto, era La llamada de Cthulhu, un "Juego de rol en los mundos de HP Lovecraft" (¿quién es ese?). Tras hojearlo, pues no tenía precinto, pude comprobar que parecía de terror, que estaba ambientado en nuestro siglo y lo más importante: no era un "suplemento".
La elección ya estaba tomada. Escogí el juego de rol de terror (¿o el me escogió a mí?), y eso a pesar de que la encuadernación del lomo no estaba muy bien, pero no había otro y mi yo de entonces no se fijaba mucho en esas cosas.
Al final fue una decisión acertada, pues "el juego de terror" era un juegazo, un clásico ya en esos años (1994), y aunque su planteamiento era muy distinto al de Aquelarre (aquí era mejor huir que combatir), tenía el mismo sistema de juego, lo cual para nosotros (que acabábamos de descubrir los juegos de rol) era una ventaja.
En fin, guardo muy buenos recuerdos de estas primeras visitas porque era una época donde te enterabas de las novedades allí mismo, al visitar la librería ("mira, un suplemento de Aquelarre que se llama Dracs... Este no estaba la semana pasada. ¿De qué irá?"). ¿No os pasó a vosotros algo parecido?
En resumen, ¿qué recordáis de vuestra primera visita a la tienda donde encontrasteis los juegos de rol? ¿Acaso os comprasteis un suplemento sin saberlo?
Pues en mi caso compré en la librería de mi barrio el juego de rol de star wars de west end games sin saber qué era un juego de rol, lo compré porque era fanático de star wars. Luego me encantó y acabé comprando casi todos los suplementos. La verdad que para empezar era mejor que la llamada. Aunque en ese también caí luego. Y la verdad que por aquella época nos tiraba más el heroquest.
ResponderEliminarEn nuestro caso es que el HeroQuest ya lo teníamos quemado. Por eso, cuando descubrimos los juegos de rol, donde no te tenías que ceñir a un dungeon, sino que tenías todo el mundo para moverte, flipamos.
EliminarNosotros estabamos muy enganchados al Heroquest, de hecho no teniamos ni que trasladarlo, todos teníamos una copia en casa. Si no recuerdo mal teníamos al menos 4 copias y encima yo tenía las dos expansiones que salieron. Al final hasta acabé comprando el Runequest, en mi caso sí que encontré el básico.
EliminarCreo que acabo de contestar en anónimo :(
EliminarPues yo también me acuerdo a ver visto esa estantería en Pipo pero nunca compré ninguno. Lo mío era curiosidad pero la escasez de información, de dinero y de amigos interesados hicieron que nunca diera el paso, muy triste. Así pasó mi infancia y mi adolescencia en la que pensaba si aquello del rol era como el heroquest más o menos
ResponderEliminarHaber visto
EliminarUna lástima, porque con esa edad es cuando uno tiene más tiempo para jugar. Pero bueno, como dice el dicho, "nunca es tarde...".
ResponderEliminarDebo ser el único al que le gusta la portada de "Apple Lane"... :)
ResponderEliminarCuando yo empecé era fácil encontrarlos en el corte inglés aunque no tenían mucha variedad, un colega nos habló de una tienda llamada Alfil Juegos, una pequeña tienda en la calle Fundadores de Madrid y allí que fui con mis ahorros acompañado de un amigo. Cuando llegamos sufrimos una especie de síndrome de Stendhal, todo lleno de cajas, libros (casi todo en inglés) y vitrinas con minis. Me llevé un pequeño chasco ya que yo iba con la idea de pillarme la caja roja y resulta que ya no la editaban en castellano, tenían la caja negra y encima en inglés, al final me compré el MERP y la verdad es que no me arrepentí.
ResponderEliminarJoder tu historia es similar a la mía, todo empezó por HeroQuest, pero también todo empezó por una librería pequeña y recóndida que había en la parte antigua, donde tenían una pequeña estantería con juegos de rol. Me quedaba allí fascinado viendo los libros que había.
ResponderEliminarSomos legión los que dimos nuestros primeros pasos en el rol tras el HeroQuest :-)
EliminarHoy en día ese encanto de encontrar cosas nuevas que no sabías que ni existían se ha perdido porque hay mucha información disponible de lo que va a salir desde hace meses, o incluso años.
En Naipe, una tienda clásica de juegos cerca de Arguelles, compré la caja Expert de D&D, después de que quemáramos la caja roja de Dalmau. Había que seguir con la drogaína.
ResponderEliminarMe compré el MERP en el Corte Inglés. Luego, en mi antro de cómics habitual vi la revista Líder y trajeron Runequest y La Llamada de Cthulhu. No había vuelta atrás.
ResponderEliminarEn mi caso, encontrarme con juegos de rol en tiendas "normales" fue clave.