100.000 ejemplares de El Señor de los Anillos: ¿es posible?

El Señor de los Anillos siempre ha sido el juego de rol más vendido de JOC Internacional. Su aparición en septiembre de 1989 fue todo un hito, pues se tenían algunas dudas por la complejidad de su sistema de juego. Dudas que quedaron en nada al comprobar las espectaculares ventas: ¡3.000 ejemplares los primeros quince días!

 

 

Las tiendas de la época alucinaron: "nunca habíamos visto nada igual" (Arte 9), "no se puede comparar a otro juego" (Gigamesh). Y claro, a los pocos meses hubo que reimprimir (enero de 1990). Pero es que ese año se agotó de nuevo y se lanzó una nueva impresión (septiembre de 1990).

El Señor de los Anillos siguió vendiéndose a buen ritmo a lo largo de los noventa y, evidentemente, las reimpresiones se iban sucediendo. Hasta tal punto que, se estima, se llegaron a vender 100.000 ejemplares. Sin embargo, esta cifra a no pocos les parece imposible, hasta tal punto que argumentan que JOC exageraba o, directamente, mentía.

¿Pudieron venderse esos 100.000 ejemplares que JOC afirma? Hoy vamos a reflexionar sobre esta interesante cuestión.

A finales de 1993 la revista Dosdediez entrevistaba a Francesc Matas Salla, propietario y director de JOC Internacional, y le preguntaba directamente cuántos ejemplares llevaban vendidos de El Señor de los Anillos, a lo que Francesc respondía:

"Ahora, entre El Señor de los Anillos normal y el básico, vamos por los cien mil. Casi el 75% es del normal".

Con "normal" Francesc se refería al juego que estamos tratando, el también conocido como MERP. Con "básico" se refería al juego posterior, también de ICE, pero destinado a un público más joven. 

 

El llamado "Señor de los Anillos básico" llegó en 1992, con una tirada inicial de 25.000 ejemplares.

Hay que señalar que los manuales de El Señor de los Anillos incluyen una página donde se especifica el número de reimpresiones que nuestro juego llevaba hasta el momento y, en algunas, se especifica hasta el número de ejemplares.

Es el caso de las reimpresiones de septiembre de 1991 (25.000) y diciembre de 1993 (50.000 ejemplares). 

 

Si consideramos que cada una de las reimpresiones donde no se indica cantidad eran de 5.000 ejemplares (algo muy normal) ya tenemos más de 100.000.

Una duda que siempre he tenido es si esas tiradas de 25.000 y 50.000 ejemplares eran así o la cifra indicaba lo que se llevaba impreso hasta ahora en total (a 5.000 por reimpresión, cuadra que en septiembre de 1991 hubiese ya 25.000). Es por eso que, para esta entrada, le he preguntado específicamente por esto a Francesc Matas. 

Francesc me ha confirmado que esas tiradas en concreto fueron, como indica el libro, de 25.000 y 50.000, respectivamente (y no la suma de todas las anteriores). Recordemos que, por la economía de escala, cuanto más grande es la tirada más económico sale cada libro.

En cuanto al resto de reimpresiones donde no se indica cantidad, Francesc me ha dicho que combinaban tiradas de 5.000 y 10.000 ejemplares. Por último, Francesc no recuerda haber llegado a 200.000, pero sí está seguro de que publicaron más de 100.000 ejemplares de la versión en castellano (el MERP también fue traducido al catalán).

Os dejo ahora una foto de una reimpresión posterior, ya en 1997. Aunque hay una pequeña diferencia con la anterior (la reimpresión de diciembre de 1996, que aquí no aparece), creo que no es relevante.

 

 

Pero volvamos al tema. Como dijimos anteriormente, hay quien piensa que JOC exageró estas cifras o, directamente, mentía. Antes de seguir, pensemos un poco qué razones podía tener JOC para exagerar o mentir. A mí se me ocurren dos:

1. Presumir. Aceptando esta premisa se supone que JOC querría, simplemente, alardear de que vendía más que la competencia, por ejemplo el AD&D de Zinco, que apareció en 1992. La verdad, esta hipótesis me parece que tiene muy poco peso.

2. Desmoralizar. Se me ocurre que una posible hipótesis para exagerar o mentir fuese la de intimidar al resto de editoriales con lo que JOC vendía con el objetivo de desanimar a todas esas editoriales que se las veían para vender 5.000 ejemplares de su juego básico.

No sé a vosotros, pero a mí no se me ocurren más motivos, y estos los veo demasiado débiles.

Habría que preguntarse entonces por qué hay gente que duda de estas cifras. Pues simplemente porque no creen que, en esos años en los que el manual estuvo a la venta (1989-1998), hubiese tantos roleros en España (las ventas en países de Hispanoamérica no fueron altas) como para comprar más de 100.000 ejemplares.

Bien, veamos antes un par de cifras. En 2001 Xavi Garriga indicaba en El Semanal que "A finales de los ochenta llegamos a ser 250.000 roleros" (V. El Semanal #723, septiembre de 2001). Xavi Garriga en esos momentos estaba ya en Devir, pero en el mundillo estaba desde mediados de los ochenta. ¿De dónde saca esa cifra? Evidentemente se trata de una aproximación, pero veamos otra.

En esa misma revista Joaquim Dorca afirmaba que, en nuestro país, el Manual del Jugador (de D&D o AD&D) había vendido 150.000 ejemplares en los últimos siete años. ¿También mentía o exageraba? Por último, desde Devir también indicaban lo siguiente: "se calcula que 500.000 españoles han jugado [a rol] alguna vez".

Dejo esa cifras para posteriores análisis, pero ahora nos pueden servir de referencia o comparativa (si D&D vendió esa cantidad, ¿por qué no iba a conseguirlo El Señor de los Anillos?).

El argumento que utilizan los que no creen estas cifras es que en España no había tantos roleros en esa época, pero... ¿había tantos roleros en los noventa? ¿Y hubo tantos interesados en El Señor de los Anillos? Es imposible saber el número de jugadores que había, pero la clave está en otro colectivo, el de los curiosos que compraron (o les regalaron) ese "libro" (no ya juego) que tenía como título "El Señor de los Anillos" y una portada preciosa.

Exacto, yo creo que si aceptamos que se vendieron más de 100.000 ejemplares es porque muchas copias fueron compradas por el público general. Recordemos, a este respecto, que JOC vendía El Señor de los Anillos (y otros juegos) no solo en tiendas especializadas, sino en librerías, Corte Inglés, Pryca y otras superficies.

Ojo, que este "libro" lo compraban consumidores que no eran jugadores ya ocurría desde el principio, en 1989:

"Los jóvenes compraban un cómic y un Señor de los Anillos; nunca habíamos visto nada igual y la mayoría no eran jugadores. Tuve que pasarme toda la tarde intentando inculcar nociones de rol a los entusiastas tolkenianos. Todos los rankings están superados" (Arte 9).

Me gustaría recordar ahora unas palabras de Jorge Coto "Tiberio":

"A lo largo de los años he tenido ocasión de hablar con gente que trabajaba en el rol por aquella época. Y me cuentan historias fantásticas que jamás han vuelto a repetirse. Me hablan, por ejemplo, de cajas y cajas de El Señor de los Anillos (JOC, 1989) que llegaban a las tiendas y que se agotaban en un solo día". Jorge Coto, en Breve Historia de los juegos de rol en España.

Que ese "libro" lo compraron muchos jóvenes que no sabían lo que era un juego de rol (y que, posiblemente, luego ni jugaron) confirmaría que luego no se vendiesen tantos ejemplares de los suplementos. Esto siempre ha pasado y con todos los juegos de rol: que el básico siempre vende más que los suplementos. Pero es que este fenómeno (el de que un título o producto en concreto atraiga a consumidores no habituales) también se da en otras formas de ocio.

En cuanto a la literatura de ciencia ficción, por ejemplo, ya hemos comentado en otro artículo (¿Cuántos somos?) cómo Ricard de la Casa establecía varios grupos entre los consumidores de CF. El grupo más pequeño sería el que (en el ámbito de los juegos de rol) se termina comprando toda la línea de El Señor de los Anillos. El tercer grupo sería el más grande porque incluía a todos esos compradores que no cosumen CF habitualmente pero que, por alguna razón (el éxito de una película o una serie), compran un determinado título, y de ahí las ventas de ese libro, anómalas en comparación con el resto.

En el ámbito de las videoconsolas pasaría lo mismo (hay un paralelismo entre consola y juego básico por un lado y videojuegos y suplementos por otro). Por ejemplo, en 1995 Nintendo España afirmaba que en nuestro país había vendidas oficialmente 700.000 Game Boys, pero eso no significaba que hubiese 700.000 aficionados:

"Pero, ¿cuántas [Game Boy] son operativas? Hay gente que ha jugado con una consola y lo ha asumido como un regalo puntual de las navidades". Rafael Martínez, Product Manager de Nintendo España, en Última Generación #1 (marzo de 1995).

Evidentemente, llegaban a esta conclusión porque luego el número de juegos vendidos era muchísimo más bajo. Esto indicaba que muchas de las consolas se habían vendido o regalado a compradores ocasionales (no a jugadores habituales), dueños de una Game Boy, sí, pero que luego no compraban ni un solo juego y la dejaban aparcada.

¿Cuántos juegos podía vender una consola en España? No hay muchas cifras y, evidentemente, depende del juego. Sin embargo, voy a dejar unas cifras que nos pueden ayudar. Illusion of Time de Super Nintendo, un juegazo (de rol) con muy buenas expectativas de venta porque era el primero en traducirse al castellano. Bueno, pues Nintendo España decidió que, si el público respondía y el juego se vendía bien, se traducirían más juegos de rol. Pues bien, ¿de qué cifras estamos hablando? ¿300.000? ¿150.000? Nada de eso, según la revista Superjuegos (#38, junio de 1995) un "considerable éxito" serían 25.000 cartuchos...

 

Por supuesto que hubo juegos de Super Nintendo que vendieron más (y también mucho menos), pero que 25.000 copias se considere un "considerable éxito" para que se sigan traduciendo juegos es muy significativo.

Ojo, en la competencia (Sega) también pasaba lo mismo. Carlos Yuste, de Sega España, también afirma que muchas de las Master System II que se vendieron (o regalaron) fue a consumidores no habituales de esta forma de ocio:

"Aprovechando el bajo costo de producción, el precio de la consola se redujo hasta 4.990 pts. (30 €), y se convirtió en el regalo estrella de Primera Comunión, arrasando en supermercados y grandes superficies".

"También hay que considerar la cantidad de Master System que se regalaron en comuniones que nunca salieron de la caja". Carlos Yuste, Software Product Manager de Sega España (1994-1996), en Service Games. El auge y caída de Sega (Game Press Editorial, 2018).

En fin, yo reconozco que durante un tiempo también era reacio a creer que se habían vendido más de 100.000 ejemplares de El Señor de los Anillos. Sin embargo, cada vez estoy más convencido de que fue posible. Evidentemente, no por las ventas de los roleros habituales, sino por todos esos que compraron el "libro" sin saber lo que era un juego de rol.

Pero me gustaría conocer también vuestra opinión. ¿Qué pensáis? ¿Fue posible que se vendieran 100.000 ejemplares de El Señor de los Anillos?