domingo, 9 de julio de 2023

Necroworlda, un juego inspirado en Necromunda

El Necromunda es un juego de guerra de escaramuzas producido por Games Workshop desde 1995 (y ha sido recientemente relanzado como Necromunda: Underhive en 2017). En Necromunda, los jugadores controlan bandas rivales que luchan entre sí en el submundo, un lugar de anarquía y violencia en las profundidades de las ciudades-colmena del planeta Necromunda.
 

 
Al igual que el juego del que se derivó, Warhammer 40.000, Necromunda utiliza miniaturas de 28 mm (aproximadamente 1:56) y terreno (en este caso, un entorno industrial subterráneo muy contaminado). Este juego permitía a los jugadores desarrollar sus bandas entre batalla y batalla, adquiriendo experiencia, ganando y perdiendo nuevos miembros o equipo, según un conjunto de reglas. Las bandas que ganaban más partidas con frecuencia adquirían más dinero para poder crecer a lo largo de la campaña. 
 
Como juego, molaba muchísimo y como empleaba menos miniaturas que el Warhammer 40.000 era más fácil organizar batallas. Eso sí, sencillo no era porque el reglamento era el mismo de Warhammer 40.000 Segunda Edición (ahora van por la décima y siguen arreglando ñapas de aquello XDDD) y aparte del nivel de detalle (equipo de cada guerrero, habilidades especiales, atributos, reglas de terreno, tabla de eventos...) montar el campo de batalla tridimensional con sus torres, pasarelas y barricadas también ocupaba lo suyo.
 
Mi principal problema es que lo conocí en los noventa tardíos cuando mis amigos ya pasaban del tema y, aunque logré darle cierta vidilla en la universidad (jugamos unas cuantas escaramuzas muy míticas en una mesa consistente en una puerta arrancada de las bisagras apoyada entre dos sillas y empleando, literalmente, basura como escenografía), conseguir reunir jugadores y que se supieran las reglas convertía jugar una campaña en algo muy complicado (sobre todo cuando perdías mucho y el líder de tu banda perdía un ojo, cojeaba y, debido a un golpe en la cabeza, se quedaba tonto o rabioso según le diera el día). Así que, ni corto ni perezoso, he creado mi propia versión de una página: el NECROWORLDA
 

 


El Necroworlda no es un juego de miniaturas, pero simula la experiencia de jugar una campaña de un juego de escaramuzas: creas tu banda con su territorio y te enfrentas a otras bandas para conseguir ser la más próspera y poderosa. Con el tiempo, tu banda prospera o se va por el desagüe (algo que puede ser literal en Necroworlda). Tienes varios tipos de acciones disponibles para atacar a otras bandas, robarles territorios, reclutar nuevos guerreros o (cuando todo lo demás falla) salir al yermo a ver si encuentras algo de valor y no se te come un monstruo mutante.
 
El reglamento ocupa una página (más otra de portada y otra de fichas de bandas: esto puedes conseguir explicárselo a los jugadores en la misma tarde) y requiere de poco más que lápiz, papel y dados de seis caras para jugar.

Lo tenéis GRATIS en Itch.io y en Drivethrurpg

Gabriel Ciprés

3 comentarios:

  1. ¡Gracias por el apoyo y la visibilidad, jefe!

    Lo cierto es que las pruebas de juego con hasta cuatro jugadores han sido muy divertidas. Una de estas incluyó a un par de los jugadores de aquella campaña de la puerta y uno de ellos comentó "¡Por fin un Necromunda que podemos jugar!". Divertido es;
    despiadado, pues también.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hay de qué, Gabriel ;-)

      Hoy en día disponemos de tan poco tiempo que hay que adaptar los juegos a esta realidad.

      Por cierto, que me hubiese encantado ver las partidas en esa mesa improvisada de ese piso de estudiantes :-)

      Eliminar
  2. Era la Era de la Oscuridad, sin móviles con cámara e Internet en pañales. Un colega vivía solo y su casa se convirtió en nuestra parcela del submundo. Como escenario usaba el contenido de una caja con trozos de circuitos, cajas de detergente y similares puestossobre la ínclita puerta tumbada. Las miniaturas, las que venían con el juego, bichos del Hero Quest y el Cruzada Estelar y conversiones muy caseras porque éramos jóvenes y pobres como ratas.
    En total creo que llegamos a ser seis jugadores y jugaríamos cinco o seis partidas (creo) hasta que la complejidad del juego (los miles de detalles, la gestión de las bandas...) pusieron fin a la campaña. Una lástima, oigan.
    En mi ciudad se intentó montar una campaña durante la breve vida de la tienda friki local pero el Magic y el Blood Bowl eran una competencia terrible y no hubo nada que hacer.

    ResponderEliminar