sábado, 28 de marzo de 2020

Mi primera partida online fue ayer

Como bien ha dicho el presidente de PayPal, es un hecho ya que la pandemia del COVID-19 o coronavirus es una catástrofe que va a entrar en todos los libros de Historia.

La muerte y la pérdida de empleo de nuestros amigos o familiares son dos de las consecuencias más negativas que estamos viendo, pero sin duda hay muchas más. Una de ellas es la privación de libertad que estamos viviendo todos.

Sí, para cuando leamos esto en el futuro: estamos encerrados en nuestras casas y no podemos salir excepto para comprar comida, tirar basura o ir al médico (y esto si es una urgencia grave). Y ojo, hay que salir solos.

Cuando te ves obligado a ir por comida compruebas que las calles están vacías y que el supermercado está lleno: la gente haciendo acopio de productos y todos con mascarillas y guantes ("por favor, respeta la distancia de seguridad de un metro" me dice la dependienta con razón). No puedes darle la mano a un conocido (¡y un beso menos, insensato!) y, cuando vuelves a casa, a desinfectar todos los productos... Sí, tampoco puedes ir a visitar a tu madre. Como digo, son días tristes.

Por supuesto que este confinamiento es por el bien de todos, pero a nuestros hijos les cuesta entenderlo.

También es verdad que la catástrofe del coronavirus nos está enseñando algo bueno, principalmente esa solidaridad que estamos viendo a través de la tele o ese hermanamiento con los vecinos (todavía desconocidos) que experimentamos todos los días a las ocho de la tarde.

En cuanto al rol, este arresto forzoso en nuestros hogares (¿jaulas?) también ha hecho que no pocos de nosotros hayamos puesto los ojos en eso de... ¿jugar una partida online?


Bueno, pues en mi caso, ayer jugué mi primera partida online y me consta que no son pocos los jugadores veteranos que en estos días tan extraños están valorando la opción y poniendo en práctica esto de jugar a rol online.

Sí, es curioso. Hasta ahora nunca había sentido la necesidad de jugar online (simplemente, era una opción que estaba ahí), y no precisamente porque me estuviese hinchando a jugar de forma presencial (ni mucho menos). 

Bien es verdad que, en torno a 2004-2005 unos amigos y yo intentamos jugar una partida online, solo que esta fue a través del antiguo Messenger. Fue a La Llamada de Cthulhu, pero yo, como Director de Juego, me inflé a escribir y aquello no nos enganchó.



Y así llegamos a ayer, que es cuando realmente jugué mi primera partida online. Además, la casualidad hizo que este viaje lo hiciese no solo con los amigos que en los últimos años venimos jugando de forma presencial (Víctor, Raúl y Dani), sino también con dos de las personas que estuvieron en esa primera partida de Aquelarre que jugamos en ese lejano 1994...

Me estoy refiriendo a mi hermano Jose y a mi amigo Manolo. Sí, ese Manolo que lleva ya varios años alejado del rol pero que no dudó en apuntarse a esta nueva aventura. Y creo que se lo pasó bien; yo por lo menos sí que disfruté con su presencia.

Lo siento, pero no tengo fotos de la sesión: estaba tan inmerso en la dirección de la partida que se me pasó haber hecho alguna fotillo o captura.

¿Y cómo fue? Pues terminamos todos muy contentos. Para empezar, y para mi sorpresa, nos juntamos seis amigos, más incluso que en una partida presencial. 

En lo que respecta al apartado técnico, fuimos a lo básico para no agobiarnos: por Skype y a volar. Tuvimos suerte de que la conectividad nos fue a todos bien (excepto a mí al final) y echamos un buen ratillo (casi tres horas).

El juego escogido fue Savage Worlds (un juego al que varios de nosotros le teníamos muchas ganas) y su ambientación Weird Wars Roma. ¿La partida? La aventura que subí al blog la semana pasada (Matanza en Judea) y que podéis descargar allí mismo.

Es verdad que no nos dio tiempo a terminar la partida, pero todos nos fuimos con muy buen sabor de boca. La experiencia de jugar online no fue mala (al contrario) y, por lo menos para mí, se convierte en una opción a tener en cuenta no solo ya el tiempo que dure el confinamiento, sino incluso después. 

Creedme: si aún no lo habéis probado, intentadlo que seguro que os va a gustar. En mi caso, eché una tarde con los amigos que no voy a olvidar fácilmente y, además, en esas tres horas se me olvidaron todos los malos rollos que estamos viviendo en estos días.


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P.D.: Aunque a ratos utilizamos una aplicación para generar tiradas aleatorias (y está muy bien), volver a lanzar los dados para mí se convirtió en todo un símbolo de la victoria: el triunfo de poder jugar a pesar del confinamiento.

6 comentarios:

  1. Hay que mirar el lado positivo de las cosas. Es importante. Desde luego el poder comunicarse a distancia nos a una ventaja enorme frente a ancianos o personas de otros paises que no tienen esa opcion. El rol por red puede ser especialmente gratificante en estos dias porque tambien ayuda a desconectar. Me alegro de que fuera una buena experiencia. Un saludo y mucho animo :)

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    1. Pues sí, fue una buena experiencia que podía haber sido mala si hubiéramos empleado una hora y media o dos y no hubiésemos podido jugar por problemas de conectividad.

      De hecho hubo algún fallo de que alguien se quedó un rato sin imagen y otro que siempre se veía del revés (y eso que la cámara era integrada) pero fueron cosas menores. Por suerte, la sesión fue bien desde el punto de vista técnico.

      Mucho ánimo a ti también y a todos en general

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  2. La verdad es que fue un gustazo poder volver a tirar dados, tanto virtuales (a través de la plataforma de Dadiños) como en físico. Una lástima no poder haberla terminado, sobre todo por ausentarme para hacer la cena a los peques, pero eso no le resta valor al hecho de haber quedado de nuevo y roleado, perdiendo mi virginidad al SW y haciendo que planteemos nuevas aventuras online.

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    1. Pues sí, después de 14-15 días de confinamiento y encontrarnos todos a la vez, reír juntos y además jugar, fue una tarde para el recuerdo :-)

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  3. El mismo día que nosotros. Hemos encontrado un espacio estupendo para retomar esta afición, a pesar de las responsabilidades familiares y la distancia. Llevaba tranquilamente 20 años sin dirigir, volver a hacerlo y sentarme alrededor de una mesa virtual junto a amigos ha sido una experiencia muy especial.
    Partida de D&D 5a, me ha costado un par de sesiones coger el punto de nuevo pero ***** como mola hacer esto.

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    1. Vaya, pues me alegro mucho de que hayáis retomado la afición después de tanto tiempo.

      Lo mejor de todo es que, si le hemos pillado el gustillo a jugar online, nada impide que después del confinamiento sigamos dándole si en físico no podemos jugar tan a menudo ;-)

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