A Tanto la Estocada, la última novela de Ricard Ibáñez

Las damas y varones que me conocen saben de la alta estima que le tengo al ilustre don Ricard Ibáñez. No es de extrañar entonces que, con motivo de la celebración del día de mi nacimiento, mi hermano se decidiera por la última narración escrita por el maestro.

Sepan vuesas mercedes que esta obra tiene como título el de A Tanto la Estocada, y que está ambientada en nuestro siglo XVII, en la muy famosa Villa de Madrid.

Reza como subtítulo el de "Una novela de Villa y Corte", por lo que imagino que se habrá compuesto con la intención de servir de ayuda o ambientación a esos libros que llaman "de rol", y más concretamente a uno de próxima aparición y que se hará llamar así, Villa y Corte, escrito si el diablo no me engaña por el también célebre don Antonio Polo.

Y sepan ustedes que, si esa era la intención, el mencionado Ricard la ha cumplido con creces, pues en ella no solo hay abundancia de ideas para esos libros de rol, sino que además uno se ve contagiado por la lengua que usaban en esa época, aunque en el caso de un servidor de ustedes no lo haya reflejado de forma apropiada en este escrito que llaman reseña.  

Apuremos, que ya dirán ustedes que el que esto escribe está mareando la perdiz y todavía no ha dicho de qué va la obra titulada A Tanto la Estocada. 

Pues sepan vuesas mercedes que el protagonista de este exquisito relato es un soldado de los que combatieron por nuestro rey Felipe en Flandes, y que ahora malvive en la Villa de Madrid ejerciendo de jaque, que en nuestra parla significa espadachín a sueldo. Y sepan vuesas mercedes que no sabemos el nombre de dicho jaque, que el relato está escrito con tal maestría que tampoco hace falta conocerlo.

Un detalle importante es que el libro incluye un glosario donde el autor nos aclara el significado de no pocas palabras que hoy los lectores del siglo XXI no entenderían, por lo que la obra se entiende llana y claramente.

Siguiendo con lo que llaman estructura, es de saber que es el propio protagonista quien nos refiere su historia, al modo que llaman "en primera persona", y que se dirige a un "voacé", muy al estilo de ese famoso escrito contado por Lázaro de Tormes.

Y sepan también que se relatan hasta siete aventuras y desventuras de este Señor Jaquetón: El oro y el acero, En el corral de comedias, La fullería del muerto, El "burlador" y la "doncella", Lazos de sangre, Soldado viejo y Vendimia en el estaribel, esta última relatada a cachos, entre una y otra de las anteriores.

Intuirán vuesas mercedes, e intuyen bien, que en estas siete andanzas a nuestro protagonista le saldrán al paso muchas gracias y desgracias. Así, tendrá que investigar el misterioso asesinato de su hermano, secuestrar a una dama en mitad de una obra de teatro y, en general, mezclarse con lo más bajo y lo más alto del Madrid de los Austrias. 

En fin, no se vayan ustedes sin advertir que A Tanto la Estocada es un libro que les valdrá para pasar un muy buen rato, además de serle de mucha ayuda si piensan jugar a esos libros de rol, como el denominado Aquelarre (que sepan que tiene un suplemento de nombre Villa y Corte con el que jugar en esta época), el Alatriste o el pendiente Villa y Corte.

Por último, conozcan ustedes que A Tanto la Estocada se imprimió en enero del año de Nuestro Señor 2020, el año conocido por todo el mundo como el de la pandemia, y que se pueden hacer con este tomo por 15,99 de esas monedas que llaman euros.