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sábado, 29 de junio de 2024

Historia de Games Workshop en España: 3ª parte

En 1998 se cumplían cinco años desde que Games Workshop se instalara de forma oficial en nuestro país. Como ahora veremos, en este año la filial española siguió creciendo en todos los aspectos. Comencemos ya la 3ª parte de nuestra "Historia de Games Workshop en España", dedicada en esta ocasión al año 1998.

 


 

Novedades

Hasta quince novedades hemos contabilizado que llegaron a las tiendas de nuestro país a lo largo de 1998. Evidentemente, estamos hablando de juegos, codex, campañas u otros suplementos, no de miniaturas...

 

Nuevas cajas de pintura: 9 botes de pintura, dos pinceles y cinco Marines por 2.750 ptas.

 

Entre las novedades podemos destacar distintos codex (Marines Espaciales, Eldars Oscuros, Asesinos...), Ejércitos Warhammer: Mercenarios, Paladines del Caos, Reino del Caos (este último en formato caja) o campañas como Lágrimas de Isha.

Otros títulos destacados fueron Warhammer Asedio, Salvajes del Desierto (suplemento en caja para Gorkamorka) o el libro Cómo Organizar y Pintar Wargames.

Sin embargo, las principales novedades fueron los juegos, dos exactamente. El primero en llegar fue la reedición del clásico Blood Bowl (la edición anterior se había retirado en abril de 1997), en una "Edición Completa" que incluía el suplemento Zona Mortal.

 


 

"¿Qué hay de nuevo? Nada. ¿Para qué? Blood Bowl ha sufrido varios cambios con el transcurrir de los años hasta convertirse en lo que es, un juego espectacular, emocionante y superdivertido" (Oriol Nin, en White Dwarf #37).

 


 

Pero el plato fuerte de este año iba a ser otro juego, la 3ª edición de Warhammer 40000. Esta nueva edición se puso a la venta el 1 de octubre y, por primera vez, en dos formatos distintos. Exacto, a la tradicional caja con miniaturas (y un precio de 11.995 pesetas) ahora podías acceder al juego comprando solo el reglamento en formato libro (desde el 5 de noviembre) por la mitad de precio (5.995 ptas.). 

 


 

La caja traía, entre otro material, 30 miniaturas (10 Marines y 20 Eldars Oscuros), un Land Speeder y el reglamento, de 288 páginas.

Como siempre, el lanzamiento fue por todo lo alto. Así, el número 42 de la revista WD (el correspondiente a octubre) le dedicó la portada y, de camino, regaló un Eldar Oscuro.

 


 

Por supuesto, incluía un artículo de presentación del nuevo W40K:

"Se trata de un juego completamente nuevo, no una simple modificación de las reglas anteriores".

Según el artículo, la 1ª edición de Warhammer (el Rogue Trader) fue diseñada para reproducir pequeñas acciones de combate y el sistema de la 2ª edición "seguía basado en el concepto de escaramuzas". Ahora el reglamento se simplificaba: "al ser más rápido el desarrollo del juego, es posible utilizar ejércitos más grandes" (y así, de paso, vendían más miniaturas 😉). 

El artículo también destacaba que, ahora, los poderes psíquicos venían dentro del propio juego (así no tenías que comprarte un suplemento en caja como pasó con la edición anterior) y que el manual incluía las listas de todos los ejércitos principales. Así, ahora los nuevos Codex eran más breves (y por tanto, más baratos). Como ejemplo tenemos el Codex de los Marines Espaciales, que contaba con 48 páginas y costaba 1.495 pesetas, o el de los Ángeles Sangrientos (que a su vez era un suplemento del mencionado Codex), que con 24 páginas tenía un precio de 975 ptas.

 


 

Por supuesto, a lo largo del año se pusieron decenas de nuevas miniaturas. Una novedad fueron las cajas de regimiento, para empezar a jugar directamente (si podías pagar el desembolso que suponía). Esta de los Puños Imperiales, por ejemplo, eran 1.500 puntos y tenía un precio de 14.975 pesetas.

 



También hubo cajas de escenografía, como la Zona de Batalla Industrial (por 3.975 ptas.) o la Fortaleza para Warhammer, que se iba hasta las 11.995 ptas.

 


 

La revista White Dwarf

La revista oficial de Games Workshop era el escaparate ideal para expandir el hobby. Hay que tener en cuenta que en una época donde internet estaba muy poco implantado (para que nos hagamos una idea, la web de GW España se lanzó en noviembre de ese mismo año), la revista era el pilar fundamental para enterarte de las novedades. Como ya vimos en la 2ª parte de esta Historia, desde noviembre de 1996 la White Dwarf española se había hecho mensual.

 


 

Los doce números que salieron en 1998 nos informan de todas las minis y suplementos que se pusieron a la venta (de ahí las críticas a que, desde hace muchos años, la revista se había convertido, más bien, en un catálogo), pero también incluían informes de batalla, entrevistas y otros muchos artículos. 

Como novedad, se puede destacar la presencia, cada vez mayor, de artículos escritos por españoles frente al artículo traducido de la edición inglesa. Este último seguía siendo el dominante, pero en 1998 encontramos ya varios artículos firmados por autores patrios.

 


 

Así, en febrero era el veterano Jaime Molina quien escribía un artículo sobre motocicletas en W40K; en mayo era Oriol Nin quien nos presentaba el nuevo Blood Bowl; en julio Jordi Ferré y Juan Pascual escribían sobre Mundos Paralelos en W40K y en noviembre encontramos no uno, sino dos artículos escritos aquí: Ángel Subirats firmaba un artículo sobre Skavens y Juan Pascual y Álex Rovira hacían lo mismo con un artículo sobre Estalia, el reino de Warhammer Fantasy.

Como decimos, para GW era muy importante que los jugadores se suscribieran a la revista, y por eso hacía buenas ofertas. Por ejemplo, en noviembre de 1998 te regalaban con tu suscripción... ¡una caja de Necromunda!

Para hacerla más atractiva, de vez en cuando la revista te incluía algo de regalo: así, mientras que la #42 te regalaba un Eldar Oscuro, la #44 te regalaba el juego Bombarderoz

 


 

Los puntos de venta

Tan importante como la revista eran los puntos de venta donde podías comprar tus miniaturas. A este respecto, en 1998 se abre la 10ª tienda Games Workshop España, que además se convertía en la 3ª tienda GW de Madrid. Estaba situada en la calle don Ramón de la Cruz, 31: "en pleno barrio de Salamanca".

 


 

Las tiendas GW eran el paraíso para el aficionado y es que había multitud de actividades para engancharte. ¿Que se te daba mal pintar? Sin problema, los dependientes también eran aficionados y te organizaban un "Taller de pintura" donde incluso te regalaban la miniatura que habías pintado (un Guerrero del Caos en febrero, un Eldar o un Marine en septiembre...).

 

Enseñando a los más pequeñines.

 

¿Que no sabías jugar a ese nuevo juego? Tampoco era problema porque te hacían partidas de introducción con las minis de la tienda:

"Te proporcionamos las miniaturas. Solo ven y juega" (WD #33).

 


 

Mención especial merecen las reinauguraciones, toda una fiesta del hobby. En 1998 se hicieron dos y, como siempre, fueron todo un acontecimiento.

 

Cola en la tienda de Bilbao.

 

Como podemos ver por las fotos, las tiendas estaban a rebosar y había colas larguísimas en la calle. En la reinauguración de la tienda de Valladolid, por ejemplo, además de las ofertas y descuentos habituales, hubo sorteos, se regalaron 200 miniaturas y, ojo, solo por venir de otra provincia te regalaban una caja de minis de plástico de 1.495 pesetas.

 

"La cola de gente que quería entrar en la tienda llegó a dar la vuelta a la esquina" (Valladolid).

 

Sin embargo, en la expansión del hobby juegan un papel fundamental los puntos de venta, es decir, cualquier establecimiento (desde una tienda especializada en juegos de rol a una papelería o un videoclub) que tenía un expositor de Games Workshop.

Entre ellos la variedad es enorme, y aunque algunos solo venden, otros tienen mesas para jugar, otros organizan torneos de pintura, etc. 

Gracias a las páginas de White Dwarf podemos ver cómo fue aumentando el número de puntos de venta a lo largo de los años. Así, si en marzo de 1998 había 236 puntos de venta, en diciembre de ese mismo año se llegó a los 278.

Entre los nuevos puntos de venta se pueden mencionar establecimientos tan dispares como el PRYCA "Las Vegas" (Alcobendas), Juguettos Teruel, la Juguetería Gil (Palencia), la Librería Vídeo Club Rafa (Leganés) entre otros muchos.

 

¡Incluso en Andorra!

 

Ya hemos dicho que los empleados de las tiendas eran, además, aficionados al hobby. Este año hay que hacer mención a uno de ellos, Juan Díaz, de la tienda de Bilbao, que se presentó en los Games Day (la convención oficial de Games Workshop en Nottingham) con una Avatar Eldar que dio mucho que hablar en el Golden Demon 98 (el concurso de pintura de los Games Day).

 


 

Juan es un buen ejemplo de cómo tu sueño se puede hacer realidad, pero de eso toca hablar en otra entrada. Destacar, por ahora, que Juan ya era conocido por ser el diseñador del Marine Espacial que se dio como premio en el tercer concurso de pintura de las tiendas GW España.

 


 

A propósito de este campeonato de pintura, según la revista WD el campeón absoluto (había distintas categorías y campeones en cada tienda) fue Juan Navarro Pérez.

 


 

Hemos hablado de las tiendas GW y de los puntos de venta. Queda por ver otro pilar fundamental, el Servicio de Venta Directa de GW. Su importancia es fundamental, pues a pesar de que había muchos puntos de venta todavía había pueblos donde no había ningún establecimiento con minis de GW. Además, en el Servicio de Venta Directa estaba disponible todo el catálogo, y eso sin contar minis exclusivas, descatalogadas, ofertas y promociones.

 

En el servicio de VD podías conseguir la revista Inferno y el cómic Warhammer Montly (eso sí, en inglés).

 

Hay que tener en cuenta que, aunque a finales de 1998 surge la página web de GW España, esta no tenía todavía un servicio de venta online (esta no llegará hasta octubre de 2000), por lo que las ventas se seguirán haciendo por teléfono o enviando el cupón de pedido que traía la WD.

En febrero la revista WD nos dio algunos datos del equipo humano que estaba detrás de la Venta Directa: Óscar (el jefe), Lluis (paquetería), Elvira (llamadas), Ramón (recién incorporado), Álex (supervisor) y Francesca (administración).

 


 

El Servicio de Venta Directa siempre estaba innovando para ser más atractivo. Así, había cambios con el servicio de paquetería para que los envíos fuesen más rápidos o más económicos, se incorporó un número de teléfono para que las llamadas de fuera de Barcelona fueran más baratas, en Navidad se atendían llamadas los domingos y un largo etcétera.

 

Desde julio de 1998 el nuevo precio del Space Hulk era de... ¡4.995 pesetas!

 

Mención especial merece un servicio que empezaron a  ofrecer desde mayo, el ceder juegos y carteles a clubes que estuviesen organizando jornadas o campeonatos:

"Podemos cederte juegos básicos o suplementos, o si quieres rótulos publicitarios de los juegos tenemos de toda la gama de Games Workshop para que los coloques donde quieras. Si organizas tu taller de pintado de miniaturas o un torneo de pintura rápida, tenemos lo que te interesa".

 

La revista Troll (gratuita) era otra iniciativa del Sevicio de Venta Directa.

 

Como veis, 1998 dio para mucho... pero hay que cortar por algún lado. Lo dejamos aquí. Muy pronto tendremos la cuarta parte, dedicada al año 1999. Mientras tanto, nos gustaría conocer tu opinión. ¿Cómo llevabas tú el hobby en 1998? ¿Empezaste este año? ¿Estuviste en alguna reinauguración?

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Historia de Games Workshop en España: 1ª parte

Historia de Games Workshop en España: 2ª parte


4 comentarios:

  1. Nunca fui asiduo de las tiendas GW, aunque por supuesto las visitaba. Pero como anécdota, recuerdo que al servicio de venta directa, que estaba en Barcelona, podías ir pidiendo cita por teléfono. Allí fuimos unos amigos y tenían de todo. Era como una oficina/almacén y te hacían pasar por varias salas.
    Estaba tan flipado que ni lo recuerdo bien, además han pasado añetes.. jeje. Pero sí recuerdo una caja enorme, de más de un metro de altura y de a lo mejor 90x90 o algo así, llena de piezas sueltas y partes que podías llevarte tranquilamente. Recuerdo que compré un titán tiránido y más figuras para el Epic, pero el año en el que fui no lo sabría decir, aunque creo que fue antes de 1998, igual en el 96 o 97.

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    1. Ya ves, poder visitar el servicio de venta directa de la época sería lo más, sobre todo porque habría mucho material descatalogado que la propia White Dwarf no tenía espacio para ofrecer. Me estoy acordando ahora, por ejemplo, de minis de Squats que se ofertaron en el año 2000 y que volaron...

      Pues el Epic 40000 salió en 1997, así que lo mismo fue ese mismo año.

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  2. Esta fue la época dorada de GW cuando la redacción eran unos frikis viviendo el sueño de su vida y no una corporación hambrienta de pasta. Recuerdo con cariño aquellos artículos donde te animaban a descuartizar miniaturas para hacer otras nuevas... ay, las conversiones.

    La Tercera Edición de Warhammer 40.000 fue un puntazo porque unificó y sinplificó un reglamento que de por sí era un desastre y le dio al trasfondo el rollo grimdark misterioso que treinta años después muere de aquel éxito.
    No obstante, se podía notar que, al cabo de un tiempo, los artículos se les repetían de forma cíclica. También, con los libros de ejércitos de distintas facciones (y juegos, pero las facciones eran siempre las mismas XDDD), todos eran pequeños hasta que sacaban el del Caos, que invariablemente era tres veces más grande y, a partir de ese, todos eran cada vez más grandes o se ampliaban para compensar y ya se iba allanando el terreno para la siguiente edición.
    Descubrí hace poco que todos estos juegos "de especialista" que iban sacando (Necromunda, Mordheim ,Epic, Man'o'war...) eran simplemente lanzamientos navideños puntuales para sacar dinero pero que, aparte de la expansión de turno, no tenían intención de continuarlos y los dejaban morir (el Blood Bowl era el único que se mantuvo con vida gracias a los fans y le sigue, muy lejos, el Necromunda).

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    1. Un antiguo trabajador de GW me dijo una vez que los juegos de especialista servían para que el veterano jugador de WF y W40K cambiase un poco de aires para, después, volver con fuerza de nuevo a uno de estos juegos, que son los que daban dinero a GW.

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