Troll: la primera revista de rol en España

En noviembre de 1986, hace exactamente 38 años, apareció en España el primer número de la revista Troll. En un momento en el que los juegos de rol estaban apenas comenzando a encontrar su espacio en nuestro país, Troll se convirtió en pionera, pues fue la primera publicación española centrada exclusivamente en esta forma de ocio. Hasta entonces, revistas como MS o su reencarnación Líder tocaban los juegos de rol, pero lo hacían desde una perspectiva más centrada en los wargames o los juegos de estrategia. Troll supuso un paso adelante al dedicarse íntegramente a los juegos de rol.

 

A mediados de los ochenta en España los juegos de rol eran conocidos por una pequeña comunidad de aficionados. Con la llegada de Troll, los jugadores encontraron un espacio exclusivo donde podían profundizar en esta afición sin verse relegados a un segundo plano tras los wargames, algo habitual en las publicaciones de la época. Como después diría su publicidad:

"Troll, la revista en la que no tienes que buscar las páginas de rol" (Alea #2, enero de 1989).

Aunque en el número 5 se independiza, Troll nace como una revista del club Auryn, un club barcelonés fundado en mayo de ese mismo año. Auryn tiene la particularidad de que nace como un club de rol, y no como un club de maquetistas aficionados al juego de estrategia como había sido lo normal hasta ahora. 

Este primer número de Troll, que es el que vamos a comentar, llegó a imprimirse tres veces. Luis d'Estrées, su impulsor, calcula que entre las tres tiradas pudieron llegar a imprimirse un máximo de 700 ejemplares (hoy en día es prácticamente imposible encontrar una copia de segunda mano).

El número 1 de Troll se centró en Dungeons & Dragons, algo lógico pues era el único juego de rol traducido. Sin embargo, también encontramos ya una ayuda para La llamada de Cthulhu, juego que JOC publicará dos años después...

 

De D&D tenemos una reseña (firmada con el seudónimo "Diego Pérez"), una aventura (Las minas de Nelkareth, de Gustavo Castañer "Tape"), un programa de ordenador para calcular los Puntos de Experiencia (por Miguel Ángel Díaz "Paolo") y un par de monstruos (de Miguel Ángel e Ilari), a lo que podemos añadir una primera descripción del mundo de fantasía Las Darland's (por Ricard Ibáñez).

 

La ayuda para La llamada de Cthulhu consiste en nuevas competencias (Juego, Seducción, Falsificación, etc.) y se debe a "El trío de la Bencina".

 

A esto hay que añadir un artículo de opinión, "El rol de la mujer", firmado por "un grupo de jugadoras" y que trata precisamente de eso: de las pocas mujeres que juegan a rol. Un tema que es tratado por primera vez aquí y que tendrá un largo desarrollo a lo largo de nuestra historia rolera (más información en esta entrada). Hay que destacar que Auryn era precisamente una excepción, pues al principio era un club donde había prácticamente el mismo número de chicas que de chicos. Y como curiosidad hay que destacar también que en los créditos de este primer número de Troll figura como editora también una mujer: Montse Lombarte.

 

En cuanto a la sección de noticias y novedades, esta es todavía o muy local (ofreciendo las actividades que estaban llevando a cabo los clubes de Barcelona) o internacional (con las novedades que salían en inglés o francés). Sin embargo, encontramos ya una novedad, aunque sea de un acabado tipo fanzine como es El pozo en la granja de Gorrister; y la noticia de la próxima aparición de las aventuras que llegó a publicar Dalmau para su D&D.

 

Troll y yo

Mi relación con la revista Troll es muy particular. Como ya he dicho en alguna ocasión, yo empecé a jugar en 1994, cuando Troll ya había desaparecido (deja de editarse en 1990). Evidentemente, por esa época ya no se encontraba en las tiendas, pero supe de su existencia por alguna mención de Ricard Ibáñez en Líder. Que Ricard la recordase con cariño siempre me llamó la atención, pero como digo era imposible acceder a ella.

Para muchos aficionados esta oportunidad llegó en 2010, cuando Luis d'Estrées publica Troll 2.0, una nueva revista (digital en esta ocasión) de juegos. Y es que con cada número de la nueva Troll 2.0 Luis adjuntó una Troll original escaneada (podemos encontrar todos los números en esa gran hemeroteca del rol que es la web Sinergia del Juego de Rol).

Hoy, casi cuatro décadas después de su publicación, tener entre mis manos este número 1 de Troll es casi un milagro. Como ya he dicho, encontrar un ejemplar de este número 1 a la venta es imposible. Durante años lo he buscado sin éxito, hasta que hace apenas unos meses apareció esta reliquia.

Saber que este ejemplar fue testigo del nacimiento de una nueva etapa en la afición por los juegos de rol en nuestro país lo hace aún más especial. Y es que preservar esta copia física no es solo atesorar una pieza de colección, sino conservar un fragmento de nuestra historia, un testimonio del entusiasmo y dedicación de aquellos primeros aficionados entusiasmados por esta nueva forma de ocio.

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¿Y tú? ¿Cuál es tu relación con la revista Troll?