En este 2023 que acaba han llegado a las tiendas más de 40 juegos nuevos. Hace treinta años también se estaba viviendo un boom, pero a otra escala. Así, ese año llegaron a las tiendas solo nueve juegos, ¡pero vaya nueve! Entre ellos tenemos algunos de los grandes clásicos de todos los tiempos que, por fin, se traducían al castellano. Y lo más importante, muchos de esos nueve se siguen jugando todavía hoy, treinta años después...
Lo que sigue es una presentación (cronológica) de esos nueve juegos que llegaron a las tiendas en 1993. ¿Te atreves a decir cuál es el mejor?
Vampiro: La Mascarada
A principios del 93 Vampiro (1991) no eran tan conocido como lo sería unos años después. Eso no implica que ya hubiese más de uno que deseaba tenerlo en castellano: interpretar un antihéroe y el tratamiento más adulto de algunos temas eran sus principales bazas. Llegó por partida doble, a principios de año de la mano de Diseños Orbitales y a finales con una reimpresión por parte de La Factoría.
Far West
Una nueva editorial, M+D, se daba a conocer con este gran juego, el único ambientado en el oeste que pudimos disfrutar en castellano durante varios años. El rigor histórico, un sistema conocido y una buena edición fueron sus grandes reclamos.
Analaya, tormenta de arena
Un adelantado a su tiempo. Analaya se presentaba como un juego narrativo en el que el papel del Director de Juego iba cambiando de un jugador a otro. Precisamente esta innovación, además de su pobre distribución, hicieron que no tuviera el éxito que quizá hubiera merecido.
Rolemaster
1993 fue el año de Rolemaster (1980), un juego cuya publicación al castellano se había prolongado porque se pensaba que el público español aún no estaba preparado: su fama de complejo aunque realista le precedían.
Shadowrun
Tras una impresionante portada de Larry Elmore se encontraba un juego de temática ciberpunk donde había, además, elementos fantásticos: una combinación atractiva para unos, pero extravagante para otros.
Universo
El primer juego de rol multiambiental en castellano (y encima español). Una lástima que no tuviera una mayor acogida entre el gran público, pues podría haber dado mucho más de sí.
Ars Magica
Unos enamorados de Ars Magica (1987) decidieron montar toda una editorial solo para publicarlo en castellano. ¿Qué más se puede decir? Un juego de culto que por fin pudimos disfrutar en 1993.
Fanhunter
La creatividad española estaba disparada. ¿Que había muchos juegos narrativos? Fanhunter ponía por delante de todo las risas y la diversión.
Cyberpunk
El último en aparecer pero el preferido para muchos, y es que Cyberpunk 2020 (1988) era el juego de temática ciberpunk por excelencia, y encima esta edición venía con unas ilustraciones espectaculares.
Como vemos, 1993 fue un año espectacular en lanzamientos. No solo pudimos disponer de algunos clásicos de fuera, sino que también surgieron grandes juegos propios.
Volviendo a la pregunta del principio, es difícil señalar cuál fue el mejor juego de rol, sobre todo porque es un tema muy complejo por la diversidad de aspectos a medir: ¿es más importante el sistema de juego o la ambientación?
Sin embargo, sí podemos señalar cuál nos gustó más, o cuál tuvo una mayor repercusión en nuestro grupo o en la afición. En fin, ¿qué opináis?
Ars Mágica
ResponderEliminarAnalaya, sin duda
ResponderEliminarA mí lo que más me sorprende de la lista, de primeras, es la espectacular proporción de juegos patrios respecto a traducciones de ese año. Hoy en día soñar con algo parecido suena a quimera.
ResponderEliminarPara mí es un año memorable no solo por la esperadísima publicación del Ars Magica de Kerykion (aunque nos perdiéramos las dos primeras ediciones) sino también por la de Rolemaster, y es que por esa época les daba mucho a los dos, con sendas sesiones semanales de cada uno. Incluso Shadowrun se asomaba bastante a nuestras mesas, así que me costaría elegir uno solo. Bueno, no, a quién voy a engañar, elegiría Ars, claro... :D
ARS mágica, of course
ResponderEliminarCyberpunk sin duda alguna
ResponderEliminarMadre mía vaya año! Espectacular la época que por suerte viví, grandes clásicos casi todos ellos.
ResponderEliminarSin duda, Vampiro fue el que tuvo más repercusión y para mí el mejor de todos. Puede que Ars Magica sea más maduro y Cyberpunk/Shadowrun puedan parecer ahora más innovadores, pero el paso que supuso Vampiro a poder contar historias en el mundo actual pero oculto fue una tormenta irrefrenable en la época.
Ahora se le han sacado sus muchos males, pero en el momento fue brutal su aparición. Muy superior en importancia, repercusión y penetración a todos los demás. Incluso logró atraer a mucha gente ajena al rol entonces dada su "cultura" nocturna y gótica.
Para mi Vampiro ha sido el juego que más influencia ha tenido y sigue teniendo hoy en día de entre estos.
ResponderEliminarBuff... Yo me quemé las pestañas con Rolemaster, como buen fanático de MERP.
ResponderEliminarMe encandilé con Vampiro, aunque faltaba la llegada de Hombre Lobo (en parte por eso me pongo el nick de Lobisome allende me dejen)
Pero siento por Ars Magica un intenso or a duras penas correspondido 🥰
Mi preferido de ese año fue Ars Magica. En posteriores ediciones creo que el sistema se pulió más, pero en cuanto a presentación, el libro en tapa dura parecía un grimorio de verdad.
ResponderEliminarShadowrun se queda en el segundo puesto. Lo leí muchas veces, pero jamás llegué a dirigirlo. Curiosamente, el suplemento de magia de Shadowrun era muy interesante.
Ars Magica es de lo mejor, pero mi corazón está con Cyberpunk 2020.
ResponderEliminarMi favorito personalmente es el Cyberpunk 2020, pero Fanhunter , Ars Mágica y Shadowrun le siguen muy de cerca
ResponderEliminarRolemaster!!!
ResponderEliminarRolemaster. Muchos buenos momentos en varias campañas. :)
ResponderEliminarShadowrun lo jugué por aquella época y lo pasé genial, más que con Cyberpunk, Vampiro o Rolemaster, que también los probé. Los otros no llegué a jugarlos.
ResponderEliminarCyberpunk fue el primer juego que me compré. Por presión social. Me gusta más que Cyberpunk RED si sirve de algo. Ars Magica no lo llegué a jugar pero menudo manual, me lo pasé genial leyéndolo.
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