Cuando Lovecraft escribió sobre horrores cósmicos nunca se imaginó que su legado terminaría inspirando, también, risas. Y es que hoy en día los Mitos de Cthulhu no solo habitan en oscuros relatos de terror, sino en cómics, juegos y parodias llenos de humor absurdo. Pero esta transición no se debe directamente a sus cuentos, sino al clásico juego de rol La Llamada de Cthulhu.
Cualquiera que haya jugado a La Llamada de Cthulhu ha vivido situaciones absurdas y graciosas por accidente. Desde jugadores tomando decisiones ilógicas ("le disparo a...", "leo la inscripción...") hasta tiradas de dados desafortunadas (¡esas pifias!), el juego de rol ha generado un tipo de humor que ha terminado trasladándose a otro tipo de obras.
A través del juego de rol y otros medios, criaturas como Cthulhu, Nyarlathotep o los Profundos han dejado de ser exclusivamente criaturas de terror para convertirse en figuras reconocibles y, en muchos casos, simpáticas. Cthulhu, en particular, ha sido "domesticado" hasta convertirse en un meme cultural.
Hay hasta peluches... |
Y como hemos dicho antes, este tipo de humor ha terminado provocando obras derivadas, ya sean cómics o incluso juegos de mesa.
La Cripta (del Horror) Inmombrable (Diábolo ediciones, 2011) es un cómic de Francois Launet que ilustra muy bien esto que decimos.
Launet utiliza un estilo caricaturesco con personajes adorables y simplificados, como Cthulhu, Nyarlathotep y Shub-Niggurath. Aunque sigue basándose en los elementos clásicos de los Mitos, las historias enfatizan la comedia absurda, como los problemas cotidianos de los Primigenios o las interacciones hilarantes con los humanos.
El cómic está traducido por Andrés Palomino, autor de la tira cómica Crónicas PSN. |
Como podemos ver, muchas de las tiras cómicas están inspiradas en las situaciones que todos hemos vivido con La llamada de Cthulhu.
Munchkin Cthulhu (Edge, 2007), en cambio, es una expansión independiente del juego de cartas Munchkin, donde los jugadores compiten por ganar niveles mientras se enfrentan a monstruos y se traicionan mutuamente. Exagera los elementos más ridículos de los Mitos y muchas cartas están basadas en aspectos del juego de rol como la pérdida de Cordura, lo inútil que es la Thompson, etc.
Las cartas están ilustradas por John Kovalic, quien también ilustró el juego de rol PokéThulu (La Factoría, 2002), del que ya hablamos hace unos años.
En fin, el humor en los Mitos de Cthulhu tiene una deuda significativa con La Llamada de Cthulhu, el juego de rol que tantas horas de diversión (y risas) nos ha dado. Un clásico que todavía hoy nos permite llevar los horrores cósmicos a la mesa de juego, pero que también ha inspirado (sin proponérselo) toda una serie de obras derivadas donde lo absurdo y la comedia conviven con los Mitos.
Me resulta raro que en este artículo no haya salido el Jovencito Lovecraft, cuando los autores eran precisamente, españoles.
ResponderEliminarhttps://eljovenlovecraft.blogspot.com/
Ah, pues no lo conocía... Y está chulo.
EliminarPor cierto, no lo he dicho pero animo a todo el que conozca más obras o juegos de humor sobre los Mitos a que lo indique en comentarios :-)
A mí siempre me ha encantado "El pequeño Cthulhu":
ResponderEliminarhttps://youtu.be/eUJ5fyitr5E
Por otra parte, las viñetas del básico de La Factoría (¿5.5?) explicaban muy bien lo que era una partida de Cthulhu con un toque de humor.
Un abrazo. Patxi
Guau, tampoco conocía este "pequeño Cthulhu". La verdad es que te explica la cosmogonía de los Mitos de una forma tan sencilla que lo entiende hasta un niño pequeño :-)
EliminarSí, exacto, esa especie de cómic ya indicaba todas esas peculiaridades que afloran en una partida de "La llamada de Cthulhu" de forma humorística: los PJ empeñados en llevar metralletas, salir corriendo como la mejor defensa, lo fácil que es volverse loco...