Pro-Line BBS: la primera "web" sobre juegos de rol

      A mediados de los noventa Internet empezaba a popularizarse en nuestro país. Esta popularización de Internet también llegó al mundo del rol. Así, por ejemplo, a mediados de 1995 JOC Internacional incorpora un nuevo servicio de atención al cliente... por correo electrónico. En fin, indagando en los inicios de nuestra afición en Internet, hace tiempo que encontré la que es la primera "página" sobre juegos de rol en nuestro país. Pero no es de mediados de los noventa, sino del lejano 1989...

 

Así se veía Internet en 1989.

 

    La noticia la encontré en el número 19 de la revista Troll (septiembre de 1989) y en ella los redactores se hacían eco de una BBS (Bulletin Board System) de Barcelona que ofrecía contenidos relacionados con los juegos de rol. Sí, ya en 1989 algunos afortunados empezaron a compartir en Internet ayudas y aventuras. En definitiva, a hablar de juegos de rol.

    En Troll indicaban que el creador de esta BBS era Tirs Abril. No sé vosotros, pero yo en cuanto supe de esta temprana BBS rolera siempre he querido saber cómo era, qué contenidos tenía y cómo le fue. En fin, hemos localizado a su creador y le hemos preguntado por todas estas cosas. Os dejamos ya con la entrevista.

 

Parte de la noticia en la revista Troll.

 

    Tirs, bienvenido. En 1989 creas una BBS sobre juegos de rol. Empecemos por lo primero; para los lectores actuales, ¿cómo explicarías qué era una BBS? ¿Se parecía en algo a los posteriores foros?

En cuanto a contenido una BBS era, en efecto, principalmente un sistema de foros. Estos foros se agrupaban por temas, y los usuarios escribían directamente sus mensajes mientras estaban conectados mediante una conexión telefónica normal, lo cual para gente adicta a los mensajes largos podía inflar bastante la factura telefónica a final de mes. Además tenían sistemas de archivos de donde se podían descargar programas (no siempre legales, todo hay que decirlo) y documentos de todo tipo. En el caso de Pro-Line BBS, no tenía software y principalmente se podían descargar documentos de rol: módulos, ampliaciones de reglas, consejos para la ambientación… Además, estos sistemas permitían que los usuarios también subieran sus propios contenidos para compartir.

La principal diferencia con los foros web actuales era a nivel técnico: las pantallas eran de puro texto (80x25 caracteres) y las conexiones eran mediante una llamada telefónica y módem, lo que hacía que se aplicase la tarifa telefónica ordinaria, que en aquella época de monopolio de Telefónica era mucho más alta que ahora. Además, como normalmente tenían una sola línea telefónica, solamente podía utilizarlas un usuario a la vez. La mayoría tenían un límite de tiempo diario para que todos los usuarios tuviesen oportunidad de acceder.

 

- ¿Cómo era Internet a finales de los ochenta?

Limpia. Las páginas web eran mucho más estáticas, y como las conexiones eran mucho más lentas y normalmente costosas, los sitios web apostaban por la sencillez. Si una página tardaba dos minutos en cargarse porque tu módem no daba para más, sencillamente no la visitabas. Y eso no interesaba. Además no había toda la basura que hay hoy en día: para tener una página web se necesitaban ciertos conocimientos técnicos y una cierta inversión económica, y eso era una barrera natural que actuaba como filtro y dejaba fuera la irrelevancia. Hoy en día, cuando buscas algo te ves abrumado por miles de resultados y tienes que hacer un esfuerzo en separar el grano de la paja, y antes no era así. Ojo: no me opongo al acceso universal a la información; simplemente me lamento de que la gente no tenga criterio para filtrar lo que les llega.


- ¿Cómo te vino la idea de crear una BBS sobre juegos de rol?

Pues fue muy “natural”, creo yo: me gustaban las BBS, me gustaba el rol, y solo hubo que sumar dos más dos. Como aún no podía permitirme tener una línea y un PC dedicados en casa, convencí a mi jefe para que me dejase hacerlo en la empresa usando la línea del fax con un discriminador de llamadas, y en tres días la tenía en marcha.


- Por cierto, ¿tenía algún nombre en concreto?

Como he citado más arriba, se llamaba Pro-Line BBS. No era un nombre muy glamouroso, pero es que hay algo que muy poca gente sabe: además de la parte de rol, en sus inicios Pro-Line tenía una parte de soporte técnico para la empresa de software para la que yo trabajaba. Con el tiempo dejé la empresa y trasladé toda la infraestructura a mi casa, pero conservé el nombre por razones puramente históricas y de “patrimonio de marca”.


- ¿Qué tal fue Pro-Line? ¿Hasta cuándo estuvo operativa? ¿Había muchos usuarios?

Funcionó hasta que me divorcié y me cambié de casa, el año 2001. La puse en manos de un amigo confiando en que la continuaría, pero la dejó morir en menos de dos meses. Fue una lástima porque llegué a tener ciento y pico usuarios, algunos de Latinoamérica. ¿Te puedes imaginar la satisfacción que da que alguien se tome la molestia y el gasto de hacer una llamada telefónica intercontinental para usar algo que has creado tú?


- ¿Qué contenidos podías encontrar? ¿Aventuras, anuncios, partidas por correo?

Principalmente discusiones sobre temas relacionados con los juegos de rol, algunos muy específicos: recuerdo, por ejemplo, un debate para justificar la presencia de tomates en Ars Magica, es decir, en un juego de rol ambientado antes del descubrimiento de América. No se mencionaban, pero se describían como una “exótica planta probablemente de tierras lejanas” que un mago cultivaba, y por la descripción era evidente que eran tomates. Recuerdo también otra discusión de Ars Magica en la que un árbitro explicó que un jugador le había detenido una flecha en el aire simplemente haciendo el vacío alrededor de ella, basándose en la física aristotélica, y preguntaba si eso era coherente (spoiler: lo es). Hubo también una sección de partidas por correo, pero la verdad es que no prosperó mucho. En aquella época, la gente jugaba en torno a una mesa, y venían a mi BBS a discutir, a aclarar dudas y a buscar material nuevo.


- A todo esto, ¿a qué juegos jugabas tú por esa época?

Traveller, el original de Marc Miller. Era uno de mis favoritos. Jugué en una campaña que duró un año y medio, arbitrada por mi gran amigo Jordi Carrasco (ex-empleado de Games Workshop, por cierto) con sesión cada sábado por la tarde. Esto fue en 1983-84.

Un poco más adelante, sobre 1989, arbitré una campaña de Ars Magica ambientada en Sant Miquel d’Olèrdola, a unos 20 km de mi casa actual. Para quien no lo conozca, Sant Miquel es un yacimiento arqueológico fascinante donde hay desde restos del neolítico hasta una iglesia prerrománica que tiene adosada una capilla mozárabe, pasando por todas las épocas intermedias: villa ibérica, muralla romana, villa y cementerio medieval, etc. Como os podéis imaginar, tener el terreno “real” para poder dar detalles exquisitos a los jugadores (por ejemplo, “esta antigua cisterna de agua os da dos puntos de aquam vis al año” y enseñarles fotos de la cisterna tomadas por mí mismo) no tenía precio. Por desgracia, esta campaña duró solo unos tres o cuatro meses.

Durante todo este período, arbitré y jugué mucho también al Paranoia, pero no llegamos a hacer ninguna campaña. Paranoia era un poco como el “filler” de los juegos de rol, es decir, para pasar el rato si no había tiempo o ganas de algo más serio.

...y, por supuesto, En Garde!, en la partida de Miguel Antón.


- ¿Cómo te iniciaste en el mundillo de los juegos de rol? ¿Perteneciste a algún club?

Comencé en 1982. Yo formaba parte de un club de ajedrez que compartía edificio con un club de rol (no recuerdo si también el local, o estaban en otra planta) y de alguna manera empecé a jugar allí. Recuerdo mi primera partida: un grupo de aventureros tenía que entrar a explorar un castillo, pero por algún motivo que no llegué a entender empezamos a darnos de hostias unos a otros delante de la puerta del castillo, y no llegamos ni a entrar. No sé por qué se lio tan parda; ahora pienso que los jugadores, aunque a mí como primerizo me parecían “muy veteranos”, aún no le habían cogido el tranquillo al concepto de “juego colaborativo”. De todas formas me divertí y quise repetir. Dejé el club al cabo de poco tiempo y me fui al servicio militar; allí conocí a Xavi Carrasco, hermano de Jordi Carrasco y también gran amigo mío, y él me metió en la campaña de Traveller de su hermano, que había comenzado hacía poco.


- ¿Iniciaste o participaste en alguna otra iniciativa relacionada con Internet y los juegos de rol en los años siguientes?

En aquella época vivía en el barrio barcelonés del Poble Sec, y a dos calles de mi casa inauguraron un centro cívico municipal, el Centre Cívic Blai. Enseguida me “infiltré” en el Centro para utilizarlo como una especie de “cuartel general” donde organizar jornadas y cosas así. Además nos juntamos los roleros que había por el barrio y organizamos el Club de Rol “Almogàvers”, que colaboró con este centro cívico y también con otro situado un poco más lejos, l’Annex de Golferichs. Organizamos jornadas, partidas de demostración y hasta algún torneo de Magic.


- Por cierto, hay muchos miembros de la Vieja Guardia que dejaron de jugar en los noventa. ¿Cuál ha sido tu caso? Me refiero a si, además de a En Garde!, ¿seguiste jugando a otros juegos y estando al tanto de las novedades?

La verdad es que en 1998 mi vida empezó a cambiar, y en 2001 cambió radicalmente. En el 98 empecé a pasar temporadas largas en Estados Unidos y Canadá, pero eso no me hizo abandonar los juegos: encontré la Triangle Simulation Society, que ahora se dedica exclusivamente al wargame a gran escala pero que en aquella época también jugaban a rol, y a una pareja en Washington D.C. que también llevaban una partida de En Garde! a la que estuve jugando hasta que la dejaron debido a que se divorciaron. Pero en 2001 yo también me divorcié, y fue eso lo que cortó de raíz mi vida lúdica; no por el divorcio en sí, sino porque me fui a vivir a una casa semiabandonada aislada en plena montaña. De hecho, el primer año fue como un rol de survival en vivo. Pero bueno: conseguí reacondicionar la casa, los transportes hasta aquí han mejorado (antes no había ni carretera para llegar) y ahora he culminado mi regreso al mundo de los juegos construyendo con mis propias manos una cabaña de madera que he acondicionado como sala exclusivamente para jugar. Poco a poco he ido recuperando contactos y haciendo otros nuevos, o sea que la cosa vuelve a estar animada.

Nos despedios de Tirs Abril, al que le damos las gracias por su tiempo. Sí os recordamos antes de irnos que, en 1992, Tirs empezó a dirigir una partida de rol por correo electrónico a En Garde!, partida que ¡lleva jugándose desde hace 30 años!

Por cierto, ¿recordáis en qué año empezasteis a visitar internet y qué páginas roleras había?