Hola amigos, hoy os traigo una reseña de un juego que seguro que a muchos os suena, pero que sin embargo ha pasado siempre muy desapercibido. Se trata del, como lo llama su propio autor, "juguete de rol épico rural": ¡Gañanes!
¡Gañanes! es un juego que huele a pelis como la grandísima La Vaquilla o Biba la Banda, a números de La Hora Chanante o Cruz y Raya, a caminos de tierra por campos amarillos en un agosto a las cuatro de la tarde, a beber en un botijo a la sombra de una parra, a entrar en una taberna llena de abuelos con boina bebiendo vino...
¡Gañanes! es un juego que huele a pelis como la grandísima La Vaquilla o Biba la Banda, a números de La Hora Chanante o Cruz y Raya, a caminos de tierra por campos amarillos en un agosto a las cuatro de la tarde, a beber en un botijo a la sombra de una parra, a entrar en una taberna llena de abuelos con boina bebiendo vino...
Es por eso que no se me ocurría una época mejor que la reciente y temprana ola de calor para escribir sobre este juego, que por cierto es el libro con el que más me he reído en toda mi vida.